1 Juan 4.7-10 Muchas personas no pueden creer que el Señor las ame. Otras piensan que sí, pero solo cuando cumplen con algún estándar imaginario de excelencia. ¿Por qué es tan difícil para algunas personas aceptar el amor incondicional de Dios? Una de las razones es que a nosotros nos resulta difícil amar de manera incondicional. La forma en que mostramos cuidado y aceptación puede estar matizada por el interés propio. O puede depender del comportamiento de la otra persona. El hecho de que el amor humano sea condicional nos hace suponer que el del Señor también pueda serlo. Un sentimiento de falta de mérito es otro factor. Pero ya sea que nos sintamos o no merecedores del amor de Dios, la verdad es que nadie es digno de la bondad y misericordia del Señor. El amor del Padre no tiene nada que ver con nuestros méritos; se basa únicamente en su gracia, en la obra de redención del Señor Jesucristo a nuestro favor, y en nuestra posición segura en Cristo. Considerar que usted está fuera del alcance de la gracia, es pisotear el sacrificio del Hijo y el generoso regalo del Padre celestial. Al igual que gran parte de la vida cristiana, aceptar el amor de Dios es una cuestión de fe. Aunque no pueda sentirlo, créalo. Biblia en un año:Números 17-19 Fuente: encontacto.org |
0 comentarios:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.