1 Corintios 3.9—4.5
¿Alguna
vez ha considerado su vida un proyecto en construcción? Así la describe el
apóstol Pablo. Aunque se refiere de manera específica a la Iglesia, los
principios en el pasaje de hoy también se aplican a nuestra vida personal. Pero
a diferencia de una estructura física que es visible, esta es espiritual, y
como tal, la calidad de los materiales no se puede discernir de inmediato. Sin
embargo, llegará un día en que el Señor evaluará lo que hemos construido sobre
el fundamento de Cristo.
Ninguno
de nosotros quiere llegar al cielo y descubrir que hemos usado materiales que
no tienen ningún valor en la eternidad. Aunque no podemos saber con precisión
cómo evaluará Dios nuestra vida, hay algunas pautas en la Biblia que nos ayudan
a vivir de una manera digna de la recompensa de Cristo.
Si
utilizamos la sabiduría del mundo para construir nuestra vida, quedaremos
defraudados. Pablo dice que nos engañamos si pensamos que la sabiduría, los
valores, las actividades y las ambiciones que se derivan de un mundo gobernado
por Satanás, pueden ser usados para cumplir la voluntad de Dios. Confiar en
cualquier otra cosa que no sea la Palabra de Dios y su Espíritu es un esfuerzo
desperdiciado. En vez de eso, debemos anhelar ser fieles mayordomos de todo lo
que el Señor nos dé, y vivir con una conciencia limpia.
¿Está
viviendo como Dios desea que lo haga, apartado del pecado y creciendo en
santidad? ¿La Palabra de Dios llena su mente y moldea sus pensamientos,
acciones y actitudes? ¿Está rindiéndose al Espíritu Santo para que pueda
producir su fruto en usted? Cada día es una oportunidad de construir para la
eternidad.
Biblia en un año: Ezequiel 10-12
Fuente: Dr. Charles Stanley
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