El Señor promete suplir nuestras necesidades, pero eso significa que lo hará
a su tiempo y a su manera. Puede que existan tentaciones que nos hagan desear
ir por el camino equivocado, por lo que hay que tener cuidado de no
adelantarnos a Dios o seguir una ruta que nos aleje de Él.
Algunas personas creen que su seguridad descansa en cuentas bancarias,
prestigio, otras personas o posesiones. Esto puede hacer que nos volvamos
adictos al trabajo sacrificando nuestra relación familiar, o a participar en
actividades poco éticas por el beneficio económico. Sin embargo, al confiar en
la seguridad que tenemos en Cristo, podemos tener paz mental y emocional.
Otra manera poco saludable de satisfacer nuestras necesidades es buscando
compañía fuera de los límites establecidos por Dios. Podemos encontrar alegría
temporal en una relación inapropiada, pero al final, ese camino conducirá al
dolor y la decepción.
El enemigo quiere que busquemos nuestra provisión sin considerar a Dios.
Satanás engañó a Adán y Eva insinuando que el Señor estaba ocultándoles cierta
información importante; sugirió que su forma de proceder, no la del Creador,
podría hacerlos personas sabias. El primer hombre y la primera mujer cambiaron
la verdad de Dios por la mentira, y les costó muy caro. Cuando permitimos que
la mentalidad incorrecta dirija nuestras acciones, nos metemos en serios
problemas.
Es importante entender lo que hemos recibido mediante la relación con Jesús.
Aprender a depender de Él nos ayudará a evitar ir por el camino equivocado para
conseguir lo que necesitamos.
Biblia en un año:
Habacuc
1-3
Fuente: www.encontacto.org
0 comentarios:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.