• JUAN 3:16

    16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna...

  • SALMOS 5:11

    11 Pero alégrense todos los que en ti confían; Den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; En ti se regocijen los que aman tu nombre....

  • ROMANOS 14:17

    17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo....

31 jul 2015

Posted by Refrigerio Bíblico | 6:37 a.m. | No comments

Venciendo el temor 
Dr. Armando Alducin
Fuente: www.youtube.com




30 jul 2015

Posted by Refrigerio Bíblico | 10:02 p.m. | No comments

La comunión con Dios

Dios creó al hombre y a la mujer para que se relacionaran con Él. El tipo de comunión que disfrutaron al comienzo Adán y Eva con el Señor es también el que estaba destinado para nosotros. Pero después de entrar el pecado en el mundo, todo cambió. La relación de intimidad que Dios quería tener con la humanidad se rompió, y esa dañada condición ha pasado de una generación a otra.
Pero, como sabemos, ese no es el final de la historia. Dios envió a su Hijo Jesucristo a morir en nuestro lugar, trayendo perdón por nuestros pecados y restaurando nuestra relación con Él. Por fe en Cristo, somos adoptados en la familia de Dios y pertenecemos a Él para siempre, tal como el Señor quiso que fuera originalmente. Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para relacionarnos con Él.



Pero ¿qué sucede si, después de ser salvos, no madura nuestra relación con Cristo? Podemos perder nuestro fervor inicial por el Señor, dejar de leer la Biblia y no asistir con regularidad a la iglesia. Lamentablemente, son muchos los que tratan de concentrarse en el Señor, pero dejan que los asuntos terrenales los distraigan. Pero para quienes hacen de Jesús la prioridad de su vida, tienen una relación más profunda, que va más allá de cualquier vínculo terrenal.
La comunión con Dios hizo que el alma de David quedara “satisfecha como de un suculento banquete” (Sal 63.5 NVI). Pablo veía sus logros como nada en comparación con “la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús” (Fil 3.8). Acérquese al Padre celestial, y experimente la bendición de conocerle.
Fuente: www.encontacto.org


Posted by Refrigerio Bíblico | 12:53 p.m. | No comments
El privilegio de la oración
Dr. Charles Stanley
Piense en alguno de sus mejores amigos. ¿Recuerda el momento en que lo conoció? Tal vez, al principio, solo tenían ciertas cosas en común, pero con el tiempo, aprendió a interesarse por cada aspecto de su vida. La relación surgió con naturalidad, y no por obligación.
Piense ahora en lo diferente que sería la amistad entre ustedes si solo buscara de su amigo cuando necesitara algo. Lamentablemente, así es como tratamos a Dios algunas veces. En vez de venir a Él para gozar de su compañía, oramos solo cuando necesitamos su ayuda.
El Señor nos creó para que tuviéramos una relación estrecha y amorosa con Él. Es por eso que nos ha dado el privilegio de buscarlo en oración en cualquier momento. De hecho, su Palabra dice: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia” (He 4.16). Si descuidamos este privilegio, pasaremos desapercibidas las respuestas a nuestras oraciones, y perderemos la maravillosa oportunidad de conocer a Dios de manera personal.
El privilegio de la oración
El Señor se revela a nosotros de varias maneras. En Mateo 7.9-11, leemos que nuestro Padre celestial siempre da cosas buenas a quienes le pidan. Sin embargo, no somos nosotros quienes decidimos lo que es bueno. Dios es un Padre sabio que mira más allá de nuestros deseos inmediatos, y ve lo que necesitamos.
Al observar cómo responde Dios nuestras peticiones, aprendemos en cuanto a su tiempo perfecto. El desánimo que sentimos por no ver respuesta inmediata a nuestras oraciones es una de las principales razones por las que dejamos de orar. Sin embargo, lo que no podemos ver es la actividad del Señor tras bastidores. A veces, Él está preparando las circunstancias antes de enviar una respuesta; y con frecuencia nos está preparando para que recibamos lo que Él quiere darnos.
La clave para orar con fe es tener confianza en el Padre celestial, la cual solo se adquiere cuando acudimos a Él para estar en su presencia, y no para obtener algo. Él nos conoce y desea que conozcamos el gran amor que nos tiene. El pasar tiempo con Dios transforma nuestro corazón y lo hace más como el suyo.
Posted by Refrigerio Bíblico | 12:41 p.m. | No comments
Para renovar la pasión
Así como las personas son atraídas por el calor y el encanto del fuego de una chimenea, los no creyentes serán atraídos a los cristianos apasionados por Jesús. El Señor quiere que sus seguidores sean “una ciudad asentada sobre un monte” y la “luz del mundo”, brillando con intensidad en medio de las tinieblas con el amor y el mensaje de Cristo (Mt. 5.14, 15; 28.19).
Pero, como vimos ayer, es posible que nuestro “fuego” se enfríe, lo cual afecta nuestro testimonio. Si llega a sucederle esto, dé los pasos para reavivar la llama de su amor por el Señor.
Primero, dese cuenta de dónde está: ¿Es su andar con Dios menos ferviente que antes? Luego, recuerde lo que fue una vez; piense en cómo era su vida cuando tenía celo por el Señor. Después, reconozca su alejamiento. Pídale a Dios que le hable, y lea su Palabra con interés. Dedique tiempo para orar cada día. No pida solo las cosas que usted quiere, sino exprese al Padre celestial su deseo de conocerle en verdad. Pídale al Espíritu Santo que le ayude a reenfocar su atención. Piense en lo que puede ser su vida si Jesús está en el centro, y después no deseará otra cosa que no sea lo mejor que Dios nos ofrece.


El apóstol Pablo instruyó a Timoteo en cuanto a cómo vivir de manera que le agrade al Padre. Luego le recordó que se “entregara de lleno” a estas cosas. Nosotros, también, debemos saturar nuestra mente con los preceptos del Señor. Él desea que usted tenga una fe entusiasta, y utilizará su fervor para atraer a otros a Él, y al mismo tiempo para bendecirle a usted.
Fuente: www.encontacto.org


29 jul 2015

Posted by Refrigerio Bíblico | 9:04 a.m. | No comments

Para enfrentar las transiciones de la vida

El cambio es inevitable, pero la manera en que respondemos moldea nuestro carácter.


El aspecto de la vida más constante es que nada permanece igual. Si lo duda, basta con que se mire en el espejo. ¿Se ve usted igual a como era hace diez, veinte o treinta años? Son muchas las cosas que cambian en la vida —sentimientos, emociones, responsabilidades, trabajos, finanzas, salud, etc.
En medio de todas las sorpresas y transiciones de la vida, Dios es la única fuente de estabilidad, porque Él nunca cambia (Mal 3.6). Puesto que su conocimiento es perfecto, nunca ha tenido que aprender nada. No tiene ninguna necesidad de dormir o de comida, porque sus fuerzas no disminuyen. Y aunque es el Anciano de días, no envejece.
En nuestro caso, por el contrario, el tiempo y el envejecimiento van de la mano. Y en el camino, tenemos que hacer un sinnúmero de ajustes a nuevas situaciones y a planes modificados. Pero mucho más importante a lo que sucede, es la manera en que respondemos a los cambios. En realidad es una cuestión de desarrollo del carácter, porque regularmente estamos en el proceso de convertirnos en la persona que seremos en nuestra vejez. A menos que estemos cultivando una relación con el Señor en el presente, no hay forma de que desarrollemos la estabilidad espiritual que necesitaremos en el futuro.
Lea el Salmo 71
Antes de abrir su Biblia, pídale al Espíritu Santo que le revele de qué parte de este pasaje se debe apropiar. Lea el pasaje y escriba sus primeras impresiones: ¿Qué preguntas tiene? ¿Hay algo poco claro? ¿Qué versículos hablan en su situación actual?
Para ayudarnos a enfrentar con éxito todas las etapas de la vida, con sus retos y sus oportunidades peculiares, aprendamos de un anciano que invirtió sus días caminando con Dios. El autor del Salmo 71 no está identificado, pero muchos eruditos creen que fue escrito por David en el momento que su hijo Absalón trató de apoderarse de su reino. Dado que gran parte del lenguaje del salmo es parecido a otros salmos de David, veamos el pasaje con la suposición de que lo escribió él.
Para enfrentar las transiciones de la vida
La vida de David, desde su juventud hasta su vejez, se encuentra documentada en la Biblia. Y además de los relatos históricos, sus más profundos pensamientos y sus oraciones están registrados en muchos de los salmos. Durante el curso de su vida, David experimentó victorias y fracasos, alegrías y tristezas, fortalezas y debilidades. Pero en cada situación y etapa de su vida, aprendió a confiar en el Señor.
En este salmo es evidente que David tiene una estrecha relación con Dios; describe al Señor en términos muy personales, como “mi roca” y “mi fortaleza” (v. 3); “mi esperanza” y “seguridad mía” (v. 5); y “mi refugio fuerte” (v. 7). También reconoce que Dios lo sustentó desde su nacimiento (v. 6), y que lo enseñó desde su juventud (v. 17). Basándose en su experiencia de la fidelidad del Señor, David pide no ser desamparado en su vejez; más bien, le pide con confianza la oportunidad de enseñar a la futura generación en cuanto a sus maravillas, su poder y su justicia (vv. 17-19).
Lo asombroso en este salmo es la reacción de David a circunstancias que sabemos que no solo eran peligrosas, sino también dolorosas. Aunque le pide al Señor que intervenga, también lo alaba en medio de las dificultades. De hecho, es de destacar que cuando la adversidad aumentó, ensalzó aun más a Dios (v. 14). Gracias a que David pasó toda una vida caminando con el Señor, sus experiencias lo convirtieron en un hombre lleno de esperanza y confianza en Dios, incluso frente a la traición y el peligro.
Reflexione
Escriba sus pensamientos en el espacio provisto para las notas, o en su diario personal.
• ¿Por cuáles cosas alabó David a Dios en los versículos 14-16? ¿Cuál fue su conclusión en cuanto al Señor en el versículo 19? ¿Qué efecto cree usted que tuvo su enfoque en Dios?
• ¿Cuáles son tres cosas que él hacía continuamente (vv. 3, 6 y 14)? ¿Cómo pueden estas cosas ayudarnos a responder en las dificultades y los cambios de la vida?
• ¿Cuál fue el primer trabajo de David (1 S 16.11-13)? ¿Cómo utilizó Dios esta experiencia para el futuro (Sal 78.70-72)?
• ¿Qué contraste ve usted entre las descripciones de David en 1 Samuel 16.17, 18, y 1 Reyes 1.1? Aunque, a veces, pensemos que Dios no tiene nada para que hagamos en la vejez, ¿qué tareas importantes tenía Dios para David en 1 Reyes 1.28-302.1-4; y 1 Crónicas 29.1-3?
• De acuerdo con Hechos 13.36, ¿cumplió David con la tarea que Dios le asignó?
Para enfrentar las transiciones de la vida
Responda
• ¿Cómo le ayudaría a usted tener una comprensión más profunda de los caminos del Señor?
• ¿Puede pensar en alguna cosa que estorba su confianza en Dios? ¿Qué prioridades o qué prácticas necesitaría cambiar para vivir con paz, gozo y confianza plena en el Señor?
• ¿Cómo han cambiado sus responsabilidades o sus ministerios a medida que ha envejecido? ¿De qué manera las experiencias del pasado le han preparado para las tareas actuales?
• ¿Qué aliento puede obtener de las promesas de Dios a su pueblo (Is 46.3, 4Fil 1. 61 Ts 5.23, 24)? ¿Cuál es la responsabilidad que tiene usted en este proceso (Fil 2.12-15)?
Repase
• Basándose en su historia con el Señor, David lo describió con varios títulos, como “mi roca” y “mi esperanza”. Dé usted a Dios algunos nombres relacionados con las experiencias que ha tenido con Él. La próxima vez que atraviese pruebas, deje que estos nombres aumenten su confianza en el Señor, sabiendo que Él que fue fiel en el pasado, se mantendrá fiel a usted en el futuro.
• En las semanas venideras, siga el ejemplo de David, y permita que sus oraciones se basen en el carácter inmutable de Dios, en su poder y en sus promesas. Tome tiempo para alabarle, sabiendo que Él responde las peticiones que están de acuerdo con su voluntad (1 Jn 5.14, 15).

Fuente: www,encontacto.org



Posted by Refrigerio Bíblico | 9:04 a.m. | No comments

La pasión del creyente
Leer | 2 Timoteo 1.1-11


Un fuego no puede mantenerse ardiendo a menos que sea avivado. Asimismo, el fervor de un creyente puede disminuir si es descuidado.
Los creyentes nuevos hablan de su fe de manera apasionada, y sienten el gozo y la paz de Dios. Pero ese celo puede desvanecerse involuntariamente. Por el pasaje de hoy, entendemos que Timoteo había dejado que la llama de su fe se enfriara un poco (vv. 6, 7).
Cualquier cristiano puede experimentar un “enfriamiento” por varias razones. Cuando golpea la tragedia, la persona puede sentir que sus oraciones no fueron contestadas. O también, por darle prioridad a los asuntos del mundo. No importa cuál sea el motivo del enfriamiento, Satanás es la causa subyacente; hace alejar a los cristianos de su devoción al Señor Jesús.


El alejamiento puede ser sutil y difícil de detectar. Hay seis preguntas que pueden ayudarle a saber si su entusiasmo por Dios se mantiene firme:
 1. ¿Siente gozo en el Señor y el deseo de servirle, compartir el evangelio y ayudar a quienes padecen necesidades? 

2. ¿Dedica tiempo cada día a la lectura de Biblia?
3. ¿Ora, sabiendo que Dios escucha y está trabajando en su vida?
4. ¿Asiste fielmente a la iglesia y diezma?
5. ¿Tiene gozo, paz, contentamiento y esperanza en Jesús?
6. ¿Se mantiene firme en sus convicciones?

Si algunas de sus respuestas cambiaron recientemente de “sí” a “no”, es posible que su fuego esté disminuyendo. Confiese esto al Señor. Pídale que le ayude para avivar su pasión.

Fuente: www.encontacto.org


27 jul 2015

Posted by Refrigerio Bíblico | 8:40 a.m. | No comments
Vivos en espíritu y con hedor a cadáver
Dr. John Macarthur

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Posted by Refrigerio Bíblico | 7:59 a.m. | No comments

Guiados Por Dios 
Dr.Charles Stanley

Fuente: www.youtube.com


Posted by Refrigerio Bíblico | 7:41 a.m. | No comments
Semilla al que siembra

Todo lo que tenemos es un regalo de Dios, y cuando compartimos lo que Él nos ha dado, tenemos parte en una bendición aun mayor.
A veces, regalar lo que atesoramos o por lo que hemos trabajado, puede sentirse como un gran sacrificio. Aun cuando queremos ser obedientes al Señor, compartir nuestro tiempo, dinero, recursos o esfuerzo emocional, puede ser un problema debido al costo que esto representa.
Sin embargo, cuando damos algo a Dios, ¿no estamos simplemente devolviendo a Aquel que nos dio los medios para dar? El autor C. S. Lewis compara esta realidad con una niña que le pide dinero a su padre para comprarle un regalo de cumpleaños; el padre es bendecido por el amor que hay detrás de su presente, pero, en realidad, él es quien le dio a ella el dinero para que pudiera dar. “Cada facultad que usted tiene, su poder para pensar o para mover sus extremidades, le ha sido dado por Dios”, escribe Lewis. “Si usted dedicara cada momento de su vida exclusivamente para servir a Dios, no podría darle nada que ya no le pertenece a Él… Cuando un hombre descubre esta verdad, Dios puede realmente trabajar. Es después de esto que comienza la vida verdadera. El hombre está despierto ahora”.



Leer  2 Corintios 8.1-15
Pablo escribió a los cristianos de Corinto acerca de la iglesia de Macedonia, que ejemplificaba el significado de dar sin reservas. Aunque ellos mismos estaban experimentando tiempos difíciles, encontraban gozo y bendición en vivir con generosidad. Pablo estaba siempre recaudando dinero para ayudar a los creyentes de Jerusalén, y los macedonios, en vez de considerarse a sí mismos demasiado pobres para contribuir, quisieron responder a las necesidades de estos hermanos con los regalos que Dios les había dado. El apóstol quería que los corintios fueran inspirados y motivados por el ejemplo de esa iglesia. Él no estaba tratando de avergonzarlos para que dieran de su abundancia. Más bien, explicó que cada persona debía obedecer deliberadamente la dirección del Espíritu Santo para dar generosamente, y no por presiones externas o compulsión emocional. Pablo quería que entendieran cómo funciona realmente la generosidad para quienes son parte del reino de Dios.
En Marcos 12.41-44, Jesús nos dio una imagen clara de lo que le importa a Él: el valor del regalo no está en su monto. Cualquier líder religioso que estuviera pendiente de las ofrendas en el templo ese día, se habría apresurado a llamar ofrendas “generosas” a las que daban los adherentes ricos. Pero Jesús alabó la humilde ofrenda de una viuda pobre. Mientras que sus dos monedas habrían parecido insignificantes a los demás, Él vio que ella había dado todo lo que tenía. ¿Estaba Jesús elogiándola por su martirio, al dar sus medios de supervivencia por devoción? No lo creo. Esta viuda, obviamente no veía al dinero como su fuente de provisión; todo lo que ella tenía le pertenecía a Dios. Estaba segura de que si el Señor la impulsó a dar estas monedas que Él le había dado, Dios proveería para sus necesidades de otra manera. Incluso el rey David, quien administró una inmensa riqueza material en sus últimos días, reconoció el mismo principio. En 1 Crónicas 29 oró, diciendo: “¿Quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos. Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días sobre la tierra, cual sombra” (vv. 14, 15).




REFLEXIÓN + EXPLORACIÓN
Reflexione en estas ideas que tienen apoyo en la Biblia. Si tiene tiempo, examine los pasajes y ponga por escrito sus respuestas.
• Todo lo que tenemos, ya sea dinero, libertad o conocimiento espiritual, nos ha sido confiado como un regalo de Dios. Perder de vista esto puede generar soberbia, la cual nos ciega y nos aleja de Él.
Lea Deuteronomio 8.11-18 y 1 Corintios 4.7Cuando disfrutamos de abundancia o comodidades, ¿por qué es importante recordar todo aquello de lo cual nos ha salvado Dios?
• Todo lo material de esta vida es temporal, y tiene el potencial de ser acumulado, malgastado o utilizado de manera productiva para los propósitos eternos.
   Lea Mateo 6.19-24 y Lucas 12.13-21¿Qué conexión hay entre las cosas en que invertimos nuestras fuerzas y recursos cada día, y el estado de nuestro corazón?
• Podemos malgastar tiempo y fuerzas, obsesionados por las necesidades superficiales de la vida, o podemos enfocarnos primero en lo que Dios nos llama a hacer, y dejar que Él se ocupe de nuestras necesidades.
   Lea Lucas 12.22-34¿Cómo debe la enseñanza de Jesús en cuanto a las prioridades, cambiar la forma de ver nuestra vida cotidiana?



RESPONDER
Responda las preguntas siguientes, y ponga por escrito sus pensamientos, si es posible.
• ¿Qué preguntas tiene acerca de lo que ha aprendido? Pídale al Señor que le dé una mayor comprensión por medio de la oración y estudio de la Biblia, y que le ayude a prestar atención a lo que Él le muestre en los próximos días.
• Escriba una oración de respuesta a Dios.
Fuente: www.encontacto.org


26 jul 2015

Posted by Refrigerio Bíblico | 9:18 a.m. | No comments


ULTIMA LLAMADA 
COMO CONOCER AL ESPIRITU SANTO DE DIOS 
Pastor David Willkerson


Fuente: www.youtube.com


Posted by Refrigerio Bíblico | 8:10 a.m. | No comments

Cuando vacila la fe

Leer | Mateo 21.21
Uno de los principales obstáculos para la oración efectiva, es la falta de confianza. Si creemos que Dios es quien dice ser, y que hará lo que ha prometido, ¿por qué dudamos al orar? En vez de caminar con fe, venimos al Señor “con la esperanza” de que nos escuchará y responderá nuestras peticiones, pero sin tener la confianza de que lo hará. Con esta manera de pensar no podemos esperar recibir nada de Él.
Una razón por la que somos tan propensos a dudar es que no somos capaces de ver a Dios trabajando en nuestras circunstancias. Le pedimos, y no pasó nada. Pero el Señor no es un mozo de hotel que salta para hacer lo que le pidamos. Él ve el pasado, el presente y el futuro, y conoce el momento adecuado para cada respuesta. Su mano invisible ya está en acción en beneficio nuestro, disponiendo las situaciones para llevar a cabo su voluntad, abrir los corazones, y prepararnos para recibir lo que Él quiere darnos.


La ignorancia es otro motivo para la incertidumbre. Si no conocemos los caminos del Señor, nos sentiremos decepcionados por su respuesta. Muy a menudo nuestras oraciones están acompañadas de expectativas de cómo Él va a actuar. Por eso, cuando Él no interviene de acuerdo con nuestro plan comenzamos a dudar. Pero poner nuestra fe en el Señor y confiar en sus caminos buenos y perfectos, nos da estabilidad mientras esperamos su respuesta.
Para vencer las dudas, pase tiempo en la Palabra de Dios. Entonces comenzará a entender lo que Él quiere lograr en su vida. Examine su pasado desde una perspectiva bíblica; su fe crecerá cuando vea las maneras inesperadas como el Señor respondió sus oraciones.
Fuente:www.encontacto.org

Posted by Refrigerio Bíblico | 8:06 a.m. | No comments
Recto y justo

La rectitud no tiene que ver solamente con lo que usted defiende —sino también a quién.
Por Joshua Ryan Butler
Ilustración por Marina Muun

La palabra recto está viviendo tiempos difíciles. Cuando la oímos, tendemos a pensar en “santurrón” —en una persona idealista que mira condenatoriamente y con un sentimiento de superioridad a los pecadores.
No obstante, de acuerdo a la Biblia, ser recto es vivir debidamente y buscar justicia. La palabra del Antiguo Testamento traducida como “recto” es tzedaká, un estrecho paralelo con otro término hebreo, mishpat, que significa “justicia”. En realidad, “rectitud y justicia” van de la mano en toda la Biblia. Dios hace rey a Salomón “para que [gobierne] con justicia y rectitud” (1 R 10. 9 NVI); Job dice: “De justicia y rectitud me revestía; ellas eran mi manto y mi turbante" Job 29.14 NVI; y el salmista dice que espera que [el rey] “juzgará a tu pueblo [de Dios] con justicia, y a tus afligidos con juicio” (Sal 72.2). La rectitud y la justicia son hermanas gemelas en la Biblia; es lamentable que las separemos al nacer.
¿Por qué debemos buscar la justicia? Porque ella se fundamenta en el carácter mismo de Dios. El salmista declara que Dios ama “justicia y juicio; de la misericordia de Jehová está llena la tierra” (33.5), y que “los cielos declaran su justicia, porque Dios es el juez” (50.6).
El amor de Dios da lugar a su justicia para el mundo. Él ama a las personas, y por esto, hay maneras buenas de tratarnos unos a otros, y también maneras malas de hacerlo. Puesto que el Señor Jesús le ama a usted, y Él quiere que prospere, si yo le maltrato, exploto o engaño, no le trato de la manera que merece como alguien que es amado por Dios. Si yo le difamo, le acoso o le agredo, atento contra un sujeto de la estima de Dios. Destruyo la dignidad que usted tiene como alguien a quien Dios creó a su imagen y a quien ama profundamente. En otras palabras, cometo una injusticia contra usted.
Cuando un padre maltrata a su hijo, Dios está al lado de ese niño recibiendo la golpiza. Cuando la dueña de una empresa es mezquina en cuanto al salario de sus empleados para enriquecerse, Dios está con sus familias necesitadas y contra ella. Pues, a medida que aumenta sus ganancias, roba a Dios.
El Señor está en contra de la injusticia porque Él se identifica por amor con quienes son agraviados. El amor de Dios es más que un consuelo; es una confrontación. El amor de Dios tiene dientes.
Recto y justo
Algunos grupos de la sociedad son más vulnerables, por lo que Dios le dice constantemente a su pueblo que procuren la justicia para ellos. Cuatro grupos se mencionan regularmente de esta manera a lo largo del Antiguo Testamento: viudas, huérfanos, extranjeros y pobres. Al citarlos, Dios declara que Él está a favor de los vulnerables, y con ellos.
En última instancia, nuestra manera de tratar a las personas es la manera como tratamos al Señor. Cuando pecamos contra los demás, pecamos contra Él. Por ejemplo, David abusó notoriamente de su poder para cometer adulterio con Betsabé y hacer que su esposo Urías fuera asesinado para ocultar su falta. Pero, a fin de cuentas, cuando tuvo que afrontar el gran maltrato que había infligido a otros, clamó en arrepentimiento a Dios: “Contra ti, contra ti solo he pecado” (Sal 51.4).
La justicia de Dios debe dar lugar a la nuestra. Después que el Señor liberó a Israel de la esclavitud en Egipto, Moisés le ordenó al pueblo: “Y al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. A ninguna viuda ni huérfano afligiréis” (Ex 22.21, 22), y les advirtió: “Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda” (Dt 27.19). El pueblo de Israel recibió la orden de hacer esto para que recordara que Dios le liberó de Egipto. (Véase también Lv 19.33Dt 24.17, 21).
En otras palabras, Israel fue llamado a hacer esto porque Dios da libertad. Busca  justicia y rectitud en el mundo que Él creó, y llama a su pueblo a participar a su lado en esto: “Buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda” (Is 1.17). Lo cual es más que hacer algo bueno; es una manera de mostrar el carácter mismo de Dios, porque “El Señor hace justicia y defiende a todos los oprimidos” (Sal 103.6 NVI).
Recto y justo
Este principio no se limita al Antiguo Testamento. La palabra dikaiosune aparece muchas veces en el Nuevo Testamento —algunas veces es traducida como “justicia” y otras, como “hacer el bien”, pero es la misma palabra. Así que, cuando Jesús dice: “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia” (Mt 5.10), puede leerse también como “por causa de hacer el bien”.
En cierto modo, esta traducción tiene, en realidad, más sentido. ¿Alguna vez ha escuchado hablar de alguien perseguido por lo que pensamos que significa “ser justo”? ¿Por evitar las drogas, ayudar a las ancianas a cruzar la calle, o en general, por ser una buena persona? Pero si usted se opone a la injusticia en nuestro mundo, puede encontrar oposición muy rápidamente.
Si vamos a buscar la justicia, tenemos que aprender a confiar y a depender de Dios dándonos sacrificialmente, lo que podría hacer que terminemos en situaciones difíciles o peligrosas. Como dice Habacuc 2.4: “El justo por su fe vivirá”. Por tanto, como personas de fe que anhelamos ser agentes de Dios, busquemos ejercer acciones llenas de vida —para nuestros prójimos y enemigos, y para un mundo desgarrado por el pecado.


24 jul 2015

Posted by Refrigerio Bíblico | 6:09 p.m. | No comments
Aprender a escuchar la Palabra de Dios

Dr. Charles Stanley


Como cristianos, sabemos que asistir a la iglesia y leer la Biblia es importante. Pero ¿por qué algunas veces nos marchamos vacíos de la iglesia? La respuesta bien puede estar en la manera que escuchamos. El libro de Nehemías registra un tiempo en que el pueblo de Israel ansiaba escuchar al Señor. Después de setenta años de cautiverio en Babilonia, habían regresado finalmente a su tierra. Después de trabajar duro para construir sus casas, el templo de Dios, y los muros y las puertas de Jerusalén, se reunieron en la ciudad para escuchar al escriba Esdras leer la Palabra de Dios. Su ejemplo en Nehemías 8.3-18 nos ayuda a saber cómo acercarnos a la Palabra cuando queremos escuchar la voz del Señor.
Aprender a escuchar la Palabra de Dios
Para empezar, ellos escuchaban pacientemente cómo leía Esdras desde muy temprano por la mañana hasta el mediodía. Aunque nosotros podemos tener prisa, Dios no la tiene; el Señor quiere que aprendamos a esperar en Él. Luego, escuchaban con atención, ansiosos por oír lo que Dios iba a decirles. Cuando Esdras abrió el rollo, mostraron respeto poniéndose de pie y luego inclinándose para adorar al Señor. Demostraron arrepentimiento, al entristecerse y llorar por sus pecados. Y finalmente, escucharon con deseo de comprender y obedecer la Palabra.
Cuando usted lea las meditaciones de este mes y estudie la Biblia, pídale al Señor que le ayude a escuchar como lo hicieron los israelitas aquel día.

Posted by Refrigerio Bíblico | 5:33 p.m. | No comments
La amistad: Una ayuda para la santidad


En toda la creación de Dios, solo una cosa no tuvo su aprobación. Contempló a Adán, quien era el único ser de su clase, y dijo: “No es bueno que el hombre esté solo” (Gn 2.18). El Señor nos creó para que tengamos una relación emocional, mental y física, de modo que podamos compartir nuestra vida con otros.
Jesús explicó esto a sus discípulos, diciéndoles que debían amarse unos a otros, así como Él les había amado. En una amistad que honra a Dios, dos personas se edifican mutuamente y se incentivan una a la otra a tener un carácter cristocéntrico. Sin embargo, muchas no logran entablar y mantener relaciones que estimulen su fe (Pr 27.17). En vez de eso, lo que hacen es hablar de trivialidades como el clima, los malos jefes y la política. Lamentablemente, también los creyentes rehúyen la conversación profunda en cuanto al pecado, la transparencia de conducta y la vida conforme a los principios bíblicos.

Las relaciones sólidas comienzan cuando las personas deciden arriesgar su orgullo y su seguridad para amar como lo hace el Señor Jesús. Reconocen que una de las razones por las que tenemos amigos es motivarnos unos a otros hacia la vida de santidad. En la amistad que hay confianza y humildad, dos personas se confiesan sus faltas, se amonestan gentilmente y comparten sus cargas.
Los muros que construimos para mantener alejadas a las personas son con frecuencia defensas contra Dios, pues no lo queremos muy cerca de nuestros asuntos personales. Pero a medida que los creyentes aprendemos a compartir con franqueza nuestros asuntos con hermanos en Cristo, desarrollamos la capacidad de ser más sinceros con Dios.

Fuente: www,encontacto.org

Posted by Refrigerio Bíblico | 4:25 p.m. | No comments
Para suavizar el corazón

Leer | Salmo 25


Si usted mantiene una actitud humilde delante de Dios, buscándole por medio de su Palabra, su presencia saturará su corazón y le hará dócil y sensible. Así como una relación matrimonial puede comenzar a enfriarse si no se dan los pasos para mantenerla cálida, su corazón puede endurecerse poco a poco si no busca acercarse a Dios. Usted debe responder con rapidez y obediencia a todo lo que Él le diga que haga para que su corazón siga siendo suave y receptivo. Entonces al Señor le resultará fácil captar su atención, y cuando le convenza de pecado, deseará enfrentar el problema de inmediato. Es por esto que debemos andar en el Espíritu en todo momento.
Si usted cree que Dios puede estar dirigiéndole en cierta dirección, dedique el tiempo necesario para buscar fervientemente su voluntad en el asunto, y abra su corazón para escucharle. Tenga cuidado de no ocuparse de otra cosa distinta a lo que Dios le llamó a hacer originalmente.
Sería trágico trabajar esforzadamente haciendo lo que usted y otros consideran bueno, para descubrir después que sus esfuerzos se agotaron en lograr algo que no era lo que Dios deseaba. Resistir la voluntad del Señor equivale a no hacer nada con la vida, lo que le deja a usted con una sensación de vacío. Nada puede reemplazar la voluntad de Dios, aun cuando su plan parezca difícil o imposible. Pero si usted confía en Él con un corazón dispuesto, no hay límite para lo que Dios puede hacer por medio de su vida. Dé un paso al frente de obediencia, y diga: “Señor, quiero hacer tu voluntad, cueste lo que cueste”.

Fuente: www.encontacto.org
Posted by Refrigerio Bíblico | 10:39 a.m. | No comments

EL LIBRO DE LOS HECHOS 
Peliculas Cristianas

Fuente: www.youtube.com


Posted by Refrigerio Bíblico | 10:30 a.m. | No comments

En espera de la respuesta de Dios

Leer | Salmo 17.1-6
Ayer vimos varias razones por las que una oración puede parecer que no tuvo respuesta. Consideremos una más: el pecado no confesado. El Señor ha prometido perdonar toda transgresión una vez que reconozcamos que lo que hicimos estuvo mal, y nos arrepintamos de ello (1 Jn 1.9). Si nuestra confesión es fingida, o nos negamos a cambiar nuestra conducta pecaminosa, las peticiones no serán concedidas.
Pero ¿qué de las veces cuando nuestro corazón es recto, y lo que pedimos está de acuerdo con la voluntad de Dios, pero Él permanece callado? En algunos casos, el Señor espera, porque nuestro anhelo de Él corre el peligro de ser reemplazado por nuestro deseo de tener otra cosa. Ciertas peticiones —como tener un cónyuge, un bebé, o la sanidad de un ser querido— generan emociones fuertes en nosotros; pero si no tenemos cuidado, estos deseos pueden desviar nuestra atención de Dios. Él no compartirá el primer lugar en nuestra vida con nadie o con nada. Por eso, a veces espera pacientemente que volvamos a enfocarnos en Él, antes de tener su respuesta.


Otras veces, el Señor utiliza las demoras para prepararnos para un servicio en el futuro, o para darnos una bendición mayor. Podría estar protegiéndonos de consecuencias que no vemos, o fortaleciendo nuestra confianza en Él.
La oración es el vínculo de comunicación entre nosotros y nuestro Padre celestial. No permitamos que nada bloquee su mensaje para nosotros; en vez de eso, confesemos a Cristo cualquier pecado, y apartémonos del mismo. Entonces podremos escuchar la voz de Dios, y cumplir obedientemente cualquier cosa que nos pida.

Fuente: www,encontacto.org


23 jul 2015

Posted by Refrigerio Bíblico | 11:16 a.m. | No comments

Señales en el cielo
Dr.Armando Alducin

Fuente: www.youtube.com



Posted by Refrigerio Bíblico | 11:07 a.m. | No comments

Los obstáculos para una oración efectiva

En el libro de Salmos están registradas algunas de las oraciones del rey David. Allí leemos cómo alababa al Señor, cómo confesaba su pecado, y cómo clamaba por sus dificultades. También pedía a Dios que escuchara sus oraciones, y que no guardara silencio (Sal 28.1).
Todos queremos orar efectivamente como David. Para hacerlo, debemos evitar ciertos obstáculos, tales como:
Fe vacilante. Las dudas en cuanto al carácter de Dios o a nuestra dependencia de Él reducen nuestra confianza en el Señor.
Motivación equivocada (Stg 4.3). Los deseos egoístas no reciben ninguna respuesta positiva. Debemos pedir que se haga su voluntad, no la nuestra.
Conflictos en las relaciones. Estar resentidos o enfrentados con los demás afectará la comunicación con el Padre celestial.
Falta de generosidad  (Pr 21.13). A Dios le desagrada que no nos preocupen las necesidades de las personas, o que demos de mala gana a la iglesia. Él nos oye pidiendo bendiciones, pero nos ve negándonos a ser generosos (1 Ti 6.17-19). 



Indiferencia (Pr 28.9). La apatía hacia la Palabra de Dios es otro obstáculo. Él nos ha dado la Biblia para que podamos conocerle y servirle. No leerla y ni aplicarla, reducirá nuestra capacidad de vivir como le agrada a Dios.
Desarrollar una vida de oración vigorosa exige esfuerzo y dedicación, pero las recompensas son grandes. Si sus oraciones no han sido respondidas, piense en cuáles de los problemas mencionados anteriormente, si los hay, necesitan ser corregidos. Luego, comience a personalizar las oraciones que lea en Salmos o en otras partes de la Palabra de Dios.
Fuente: www.encontacto.org


Posted by Refrigerio Bíblico | 10:50 a.m. | No comments

Las respuestas que buscamos
A pesar de que ambas cosas son importantes, el conocimiento y la sabiduría no son lo mismo.


por Charles F. Stanley
Ilustraciones por Andy Roberts
¿Adónde va usted en busca de ayuda cuando tiene dudas o está confundido? Para muchos de nosotros, la fuente más rápida de información sobre cualquier tema es Internet. Pero a veces es difícil abrirse camino a través de las miles de respuestas y opiniones que encontramos allí. ¿Cómo podemos saber cuál es la correcta? Y peor aun, ¿cuál de ellas nos descarriará?
Lo que necesitamos realmente es sabiduría, no más información. Específicamente, lo que nos hace falta es una fuente segura que nos lleve de manera correcta.


Proverbios 2.6, 7 dice: “Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. El provee de sana sabiduría a los rectos; es escudo a los que caminan rectamente”. ¿No es maravilloso esto? Dios tiene todas las respuestas que necesitaremos para vivir rectamente. Sin embargo, adquirirlas requiere de la participación de nuestra parte. Él dice que debemos buscar sabiduría como si estuviéramos buscando un tesoro escondido (Pr 2.3, 4). Aunque Dios está ansioso por darnos sabiduría, Él no la dejará caer sobre nuestras cabezas. Tenemos la responsabilidad de buscarla diligentemente.
Las respuestas que buscamos
La sabiduría verdadera es la capacidad de ver la vida desde la perspectiva de Dios, y de responder de acuerdo con los principios bíblicos. Por tanto, el tesoro de la sabiduría se encuentra en las Sagradas Escrituras. Allí es donde descubrimos quién es Dios, lo que Él piensa, cómo trabaja, y lo que Él está haciendo para llevar a cabo sus planes. Dentro de sus páginas hay ejemplos que seguir, mandamientos que obedecer y principios para guiarnos en cada situación. Hay seis pasos que nos ayudarán a descubrir todo lo que el Señor tiene para enseñarnos.
En primer lugar, meditemos en la Palabra de Dios. Con tantos puntos de vista que nos bombardean a través de los medios de comunicación y de la sociedad, tenemos que llenar nuestra mente con la verdad bíblica (Sal 19.7). Así que, cuando enfrentemos situaciones o decisiones difíciles, sabremos cómo el Señor quiere que respondamos. Cuanto más leamos y meditemos en lo que Dios dice en su Palabra, más entenderemos la manera en que piensa en relación a las circunstancias que enfrentamos a diario.
El segundo paso consiste en obedecer la Palabra de Dios. Recordemos que la simple acumulación de información, incluso acerca de la Biblia, no nos hará sabios. Proverbios 8.33 (NVI) dice: “Atiendan a mi instrucción”. La sabiduría viene como resultado de adoptar la perspectiva de Dios en la medida de nuestras posibilidades, y responder en obediencia a sus normas y mandamientos. Esto lleva a las acciones correctas, y conduce a una visión más profunda de la perspectiva del Señor y a una mayor motivación para obedecer en el futuro.
Las respuestas que buscamos
En tercer lugar, debemos orar pidiendo sabiduría. Santiago 1.5 dice: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”. Por saber que el Señor es la fuente de toda sabiduría, debemos acercarnos humildemente a Él en busca de ella. Sin embargo, el versículo que sigue: “Pero pida con fe” (v. 6). Dudar de la fidelidad de Dios suele ser el resultado de vivir en desobediencia. Santiago nos aconseja dejar a un lado nuestras prácticas pecaminosas, y convertirnos en hacedores de la Palabra de Dios (1.21-25). Cuando miramos atentamente la Palabra y obedecemos sus instrucciones andando en integridad, estamos en condiciones de recibir la sabiduría que Él ha prometido.
 El cuarto paso es convertirnos en observadores. El propósito es comparar lo que vemos a nuestro alrededor, con lo que el Señor dice en la Biblia. Cuando tenemos esta mentalidad, incluso las creaciones pequeñas e insignificantes pueden enseñarnos algo valioso. Por ejemplo, las hormigas son un buen ejemplo de ética de trabajo (Pr 6.6-11), y las aves ilustran que Dios es fiel para atender nuestras necesidades, así como lo hace con esas pequeñas criaturas (Mt 6.26).



También podemos aprender sabiduría al observar otras personas. Por ejemplo, cuando vemos a alguien que es desobediente y que está sufriendo las consecuencias de sus malas decisiones, tendremos cuidado de no seguir los pasos de esa persona (Pr 14.16). Del mismo modo, al observar cómo los que tienen riquezas materiales suelen estar alejados del Señor, entendemos que las riquezas pueden cegar a las personas a lo que es verdaderamente valioso. Entonces, será menos probable que valoremos el dinero o aferrarnos a las riquezas materiales. Pero no todos los ejemplos que vemos son negativos. Las personas que tienen un estilo de vida recto pueden inspirarnos a imitarlas, también.
Las respuestas que buscamos
En quinto lugar, la sabiduría se aprende asociándonos con los sabios (13.20). Debemos encontrar personas que nos hagan querer conocer al Señor más profundamente. Ellas nos estimulan a servir y obedecer a Dios más fácilmente, y a aumentar nuestra hambre por su Palabra. Después de ver el resultado de sus vidas, anhelamos que el Señor haga en nosotros lo que Él ha hecho en esas personas.
Y el último paso es obedecer el consejo piadoso. Todos necesitamos consejos de vez en cuando. En circunstancias que no somos capaces de ver exactamente lo que el Señor quiere que hagamos, debemos escuchar a alguien con sabiduría espiritual —una persona cuya vida esté regida por las Sagradas Escrituras. Tal vez lo único que necesitamos sea una guía para una situación particular. O puede haber momentos en los que tenemos que humillarnos para aceptar la reprensión o corrección. Pero recibir la sabiduría de Dios es tan valioso, que vale la pena la muerte de nuestro orgullo e independencia.






La Internet no tiene todas las respuestas —especialmente para las cuestiones de mayor importancia. La Palabra de Dios es la única fuente verdadera de sabiduría, y Él quiere que impregne nuestra mente y corazón. De esa manera, nos convertiremos en personas que ven la vida desde su perspectiva, y que pueden ofrecer consejos sabios a otros.
Nunca es demasiado tarde para comenzar a cultivar estas seis prácticas que conducen a la sabiduría. Recuerde las palabras de Gálatas 6.7: “Lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Aunque usualmente asociamos este principio con una cosecha negativa, lo contrario también es cierto. Cuando sembramos semillas de sabiduría, con el tiempo cosecharemos más de la misma.


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