El aspecto de la vida más constante es que nada permanece igual. Si lo duda, basta con que se mire en el espejo. ¿Se ve usted igual a como era hace diez, veinte o treinta años? Son muchas las cosas que cambian en la vida —sentimientos, emociones, responsabilidades, trabajos, finanzas, salud, etc.
En medio de todas las sorpresas y transiciones de la vida, Dios es la única fuente de estabilidad, porque Él nunca cambia (Mal 3.6). Puesto que su conocimiento es perfecto, nunca ha tenido que aprender nada. No tiene ninguna necesidad de dormir o de comida, porque sus fuerzas no disminuyen. Y aunque es el Anciano de días, no envejece.
En nuestro caso, por el contrario, el tiempo y el envejecimiento van de la mano. Y en el camino, tenemos que hacer un sinnúmero de ajustes a nuevas situaciones y a planes modificados. Pero mucho más importante a lo que sucede, es la manera en que respondemos a los cambios. En realidad es una cuestión de desarrollo del carácter, porque regularmente estamos en el proceso de convertirnos en la persona que seremos en nuestra vejez. A menos que estemos cultivando una relación con el Señor en el presente, no hay forma de que desarrollemos la estabilidad espiritual que necesitaremos en el futuro.
Antes de abrir su Biblia, pídale al Espíritu Santo que le revele de qué parte de este pasaje se debe apropiar. Lea el pasaje y escriba sus primeras impresiones: ¿Qué preguntas tiene? ¿Hay algo poco claro? ¿Qué versículos hablan en su situación actual?
Para ayudarnos a enfrentar con éxito todas las etapas de la vida, con sus retos y sus oportunidades peculiares, aprendamos de un anciano que invirtió sus días caminando con Dios. El autor del Salmo 71 no está identificado, pero muchos eruditos creen que fue escrito por David en el momento que su hijo Absalón trató de apoderarse de su reino. Dado que gran parte del lenguaje del salmo es parecido a otros salmos de David, veamos el pasaje con la suposición de que lo escribió él.
La vida de David, desde su juventud hasta su vejez, se encuentra documentada en la Biblia. Y además de los relatos históricos, sus más profundos pensamientos y sus oraciones están registrados en muchos de los salmos. Durante el curso de su vida, David experimentó victorias y fracasos, alegrías y tristezas, fortalezas y debilidades. Pero en cada situación y etapa de su vida, aprendió a confiar en el Señor.
En este salmo es evidente que David tiene una estrecha relación con Dios; describe al Señor en términos muy personales, como “mi roca” y “mi fortaleza” (v. 3); “mi esperanza” y “seguridad mía” (v. 5); y “mi refugio fuerte” (v. 7). También reconoce que Dios lo sustentó desde su nacimiento (v. 6), y que lo enseñó desde su juventud (v. 17). Basándose en su experiencia de la fidelidad del Señor, David pide no ser desamparado en su vejez; más bien, le pide con confianza la oportunidad de enseñar a la futura generación en cuanto a sus maravillas, su poder y su justicia (vv. 17-19).
Lo asombroso en este salmo es la reacción de David a circunstancias que sabemos que no solo eran peligrosas, sino también dolorosas. Aunque le pide al Señor que intervenga, también lo alaba en medio de las dificultades. De hecho, es de destacar que cuando la adversidad aumentó, ensalzó aun más a Dios (v. 14). Gracias a que David pasó toda una vida caminando con el Señor, sus experiencias lo convirtieron en un hombre lleno de esperanza y confianza en Dios, incluso frente a la traición y el peligro.
Reflexione
Escriba sus pensamientos en el espacio provisto para las notas, o en su diario personal.
• ¿Por cuáles cosas alabó David a Dios en los versículos 14-16? ¿Cuál fue su conclusión en cuanto al Señor en el versículo 19? ¿Qué efecto cree usted que tuvo su enfoque en Dios?
• ¿Cuáles son tres cosas que él hacía continuamente (vv. 3, 6 y 14)? ¿Cómo pueden estas cosas ayudarnos a responder en las dificultades y los cambios de la vida?
• De acuerdo con Hechos 13.36, ¿cumplió David con la tarea que Dios le asignó?
Responda
• ¿Cómo le ayudaría a usted tener una comprensión más profunda de los caminos del Señor?
• ¿Puede pensar en alguna cosa que estorba su confianza en Dios? ¿Qué prioridades o qué prácticas necesitaría cambiar para vivir con paz, gozo y confianza plena en el Señor?
• ¿Cómo han cambiado sus responsabilidades o sus ministerios a medida que ha envejecido? ¿De qué manera las experiencias del pasado le han preparado para las tareas actuales?
Repase
• Basándose en su historia con el Señor, David lo describió con varios títulos, como “mi roca” y “mi esperanza”. Dé usted a Dios algunos nombres relacionados con las experiencias que ha tenido con Él. La próxima vez que atraviese pruebas, deje que estos nombres aumenten su confianza en el Señor, sabiendo que Él que fue fiel en el pasado, se mantendrá fiel a usted en el futuro.
• En las semanas venideras, siga el ejemplo de David, y permita que sus oraciones se basen en el carácter inmutable de Dios, en su poder y en sus promesas. Tome tiempo para alabarle, sabiendo que Él responde las peticiones que están de acuerdo con su voluntad (1 Jn 5.14, 15).
Fuente: www,encontacto.org