Rechacemos el guión
Dr.Charles Stanley
Aunque un mensaje sea convincente o popular, debemos pensar dos veces antes de creerlo.
Todos los políticos, sociólogos y publicistas saben que se nos ha enseñado a vivir de acuerdo a guiones —historias que nos han contado y según las cuales percibimos la realidad en cuanto a nuestra vida. Una compañía mundial de telecomunicaciones ha diseñado toda una campaña de publicidad en torno al mito prevaleciente de que “más grande siempre es mejor”. Ciertas versiones del sueño americano nos hacen creer que para estar satisfechos, debemos tener una casa, un automóvil y un trabajo lucrativo . . . de manera que tengamos una casa más grande, un automóvil más lujoso y un trabajo aun más lucrativo.
Otra creencia común insiste en que tenemos que impedir que ocurra un inminente desastre, para poder conservar nuestra vida. Este argumento sugiere la necesidad de que protejamos celosamente nuestro bienestar ante el temor de quienes tienen un origen étnico, una ideología política o un estatus socioeconómico diferentes.
Lea Éxodo 1.9, 10, 17
Este guión falso ha estado con nosotros desde hace milenios, y se ve en Éxodo 1 cuando Faraón, de Egipto, incitó a su pueblo con amenazas de inseguridad y catástrofe. “He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra” (Éx 1. 9, 10).
El desastre amenaza, insistía Faraón. Nuestro modo de vida está en peligro. Tenemos que atacar primero y proteger lo que es nuestro. Aunque pudo haber algo de verdad en su ansiedad, porque la creciente mano de obra esclava de Egipto se estaba volviendo demasiado poderosa para que pudiera ser controlada por sus capataces, parece que Faraón estaba exagerando el peligro. El guión que estaba siguiendo dice que todo el mundo es una amenaza, y que el objetivo principal de los demás es arrebatarnos el poder o nuestros recursos. Faraón estaba innegablemente consciente de que nada da más apoyo a un programa de construcción de un imperio, que una pequeña dosis de histeria colectiva.
Por tanto, concibió un plan perverso: que las parteras hebreas mataran a los bebés varones israelitas cuando estos salieran del vientre de sus madres. Cuando permitimos que creencia falsas y fanáticas nos engañen por demasiado tiempo, no se sabe cuánta crueldad o maldad aflorará.
Pero un par de parteras hebreas se negaron a obedecer la orden. Sifra y Púa “temían a Dios, así que no siguieron las órdenes del rey de Egipto” (v. 17). Por creer que sus vidas estaban en las manos de Dios en vez de las suyas, miraron al Señor, no al rey. Aunque su valiente obediencia pondría sus vidas en peligro, estas dos valerosas mujeres se negaron a seguir el guión que se les había dado.
La historia las honra como heroínas que lucharon contra los poderes de este mundo. El texto identifica específicamente a Sifra y a Púa, pero nunca susurra siquiera el nombre del rey. Solo menciona su título —Faraón. Este faraón anónimo cae en el olvido, como una víctima del guión que gobernaba su vida. Pero estas mujeres y su fe incondicional nos alientan, milenios más tarde, a obedecer a Dios.

Reflexione
• El líder de Egipto cayó presa de la creencia de que debemos desconfiar de los demás, pues amenazan quitarnos lo que necesitamos. ¿Cómo se manifiesta esta idea en las historias de Caín y Abel, en la torre de Babel, y en los discípulos de Jesús que discutieron en cuanto a quién sería el más grande entre ellos? (Gn 4.1-8; 11.1-9; Lc 22.24-27).
• ¿Qué evidencia de este falso guión puede usted detectar en su entorno, familia o amistades? ¿De qué manera somos tentados a sucumbir ante el temor a no tener suficiente, y a ver a los demás como una amenaza para nuestro bienestar?
• Contraste todo esto con el guión que personifica Jesús, y con la historia que proclama el reino de Dios. ¿Cómo contradicen a este falso guión la muerte y Resurrección de Jesucristo?
• ¿De qué maneras Filipenses 2.1-11 ofrece una rectificación radical de nuestros falsos guiones en cuanto al temor por la preservación propia.
Responda
• Al ver las noticias, ¿dónde nota usted la presión para sentirse motivado a tener temor a los demás? ¿Dónde está usted consciente de la tentación de valerse del poder de forma abusiva?
• Preste atención a las veces que, durante la semana, siente animosidad hacia otra persona, o se siente amenazado por la idea de que lo que tiene le será quitado.
• ¿En qué situaciones está usted consciente de su necesidad de temer a Dios, en vez de temer a los falsos poderes y a los falsos guiones de este mundo?
Repase
• Una vez a la semana, escriba una nota sobre dos o tres temas de actualidad. Al lado de cada uno, resuma la mentira que puede estimular esa información. Después, escriba la verdad que dice la Palabra de Dios en cuanto a esas versiones.
• Medite diariamente en Filipenses 2.1-11. Elija una palabra o una frase de este pasaje que mueva su corazón hacia la experiencia que Jesús representa.
• Identifique a alguien que usted vea como una amenaza o un rival, y vaya a esa persona con humildad y amor.
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