• JUAN 3:16

    16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna...

  • SALMOS 5:11

    11 Pero alégrense todos los que en ti confían; Den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; En ti se regocijen los que aman tu nombre....

  • ROMANOS 14:17

    17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo....

27 may 2015

Posted by Refrigerio Bíblico | 7:25 p.m. | No comments

Rechacemos el guión
Dr.Charles Stanley

Aunque un mensaje sea convincente o popular, debemos pensar dos veces antes de creerlo.
Todos los políticos, sociólogos y publicistas saben que se nos ha enseñado a vivir de acuerdo a guiones —historias que nos han contado y según las cuales percibimos la realidad en cuanto a nuestra vida. Una compañía mundial de telecomunicaciones ha diseñado toda una campaña de publicidad en torno al mito prevaleciente de que “más grande siempre es mejor”. Ciertas versiones del sueño americano nos hacen creer que para estar satisfechos, debemos tener una casa, un automóvil y un trabajo lucrativo . . . de manera que tengamos una casa más grande, un automóvil más lujoso y un trabajo aun más lucrativo.
Otra creencia común insiste en que tenemos que impedir que ocurra un inminente desastre, para poder conservar nuestra vida. Este argumento sugiere la necesidad de que protejamos celosamente nuestro bienestar ante el temor de quienes tienen un origen étnico, una ideología política o un estatus socioeconómico diferentes.
Este guión falso ha estado con nosotros desde hace milenios, y se ve en Éxodo 1 cuando Faraón, de Egipto, incitó a su pueblo con amenazas de inseguridad y catástrofe. “He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra” (Éx 1. 9, 10).
El desastre amenaza, insistía Faraón. Nuestro modo de vida está en peligro. Tenemos que atacar primero y proteger lo que es nuestro. Aunque pudo haber algo de verdad en su ansiedad, porque la creciente mano de obra esclava de Egipto se estaba volviendo demasiado poderosa para que pudiera ser controlada por sus capataces, parece que Faraón estaba exagerando el peligro. El guión que estaba siguiendo dice que todo el mundo es una amenaza, y que el objetivo principal de los demás es arrebatarnos el poder o nuestros recursos. Faraón estaba innegablemente consciente de que nada da más apoyo a un programa de construcción de un imperio, que una pequeña dosis de histeria colectiva.

Por tanto, concibió un plan perverso: que las parteras hebreas mataran a los bebés varones israelitas cuando estos salieran del vientre de sus madres. Cuando permitimos que creencia falsas y fanáticas nos engañen por demasiado tiempo, no se sabe cuánta crueldad o maldad aflorará.
Pero un par de parteras hebreas se negaron a obedecer la orden. Sifra y Púa “temían a Dios, así que no siguieron las órdenes del rey de Egipto” (v. 17). Por creer que sus vidas estaban en las manos de Dios en vez de las suyas, miraron al Señor, no al rey. Aunque su valiente obediencia pondría sus vidas en peligro, estas dos valerosas mujeres se negaron a seguir el guión que se les había dado.
La historia las honra como heroínas que lucharon contra los poderes de este mundo. El texto identifica específicamente a Sifra y a Púa, pero nunca susurra siquiera el nombre del rey. Solo menciona su título —Faraón. Este faraón anónimo cae en el olvido, como una víctima del guión que gobernaba su vida. Pero estas mujeres y su fe incondicional nos alientan, milenios más tarde, a obedecer a Dios.
Rechacemos el guión
Reflexione
• El líder de Egipto cayó presa de la creencia de que debemos desconfiar de los demás, pues amenazan quitarnos lo que necesitamos. ¿Cómo se manifiesta esta idea en las historias de Caín y Abel, en la torre de Babel, y en los discípulos de Jesús que discutieron en cuanto a quién sería el más grande entre ellos? (Gn 4.1-811.1-9Lc 22.24-27).
• ¿Qué evidencia de este falso guión puede usted detectar en su entorno, familia o amistades? ¿De qué manera somos tentados a sucumbir ante el temor a no tener suficiente, y a ver a los demás como una amenaza para nuestro bienestar?
• Contraste todo esto con el guión que personifica Jesús, y con la historia que proclama el reino de Dios. ¿Cómo contradicen a este falso guión la muerte y Resurrección de Jesucristo?
• ¿De qué maneras Filipenses 2.1-11 ofrece una rectificación radical de nuestros falsos guiones en cuanto al temor por la preservación propia.
Responda
• Al ver las noticias, ¿dónde nota usted la presión para sentirse motivado a tener temor a los demás? ¿Dónde está usted consciente de la tentación de valerse del poder de forma abusiva?
• Preste atención a las veces que, durante la semana, siente animosidad hacia otra persona, o se siente amenazado por la idea de que lo que tiene le será quitado.
• ¿En qué situaciones está usted consciente de su necesidad de temer a Dios, en vez de temer a los falsos poderes y a los falsos guiones de este mundo?


Repase
• Una vez a la semana, escriba una nota sobre dos o tres temas de actualidad. Al lado de cada uno, resuma la mentira que puede estimular esa información. Después, escriba la verdad que dice la Palabra de Dios en cuanto a esas versiones.
• Medite diariamente en Filipenses 2.1-11. Elija una palabra o una frase de este pasaje que mueva su corazón hacia la experiencia que Jesús representa.
• Identifique a alguien que usted vea como una amenaza o un rival, y vaya a esa persona con humildad y amor.


Posted by Refrigerio Bíblico | 6:54 p.m. | No comments
Nuestra responsabilidad de descansar en Dios

Leer | Salmo 37.1-8

El pasaje de hoy promete, “[Jehová] te concederá las peticiones de tu corazón” (v. 4). Pero también menciona tres requisitos para esa promesa: tenemos que deleitarnos en el Señor, debemos confiar en su plan y necesitamos descansar en Él. Descansar en el Señor es una de las tareas más difíciles que debemos acometer.
Descansar puede parecer fácil, pero requiere confianza sobrenatural, ya que por nuestra debilidad humana, tenemos la tendencia a inquietarnos. La ansiedad quita de nuestra mente el gozo y la confianza en el Señor. Los tres requisitos están relacionados entre sí. Debemos pasar tiempo con Dios para aprender a confiar en Él y encomendarle nuestro camino; y entonces, descansar y deleitarnos realmente en Él.

Esperar con paciencia que el Señor actúe es una de las pruebas más difíciles de nuestra madurez espiritual. Cuanto más fuerte es nuestro deseo, más corto es nuestra mecha para que se produzca el estallido. A veces, queremos desesperadamente darle a Dios un cronograma, pero el descanso inquebrantable se encuentra solo en su agenda. Solamente Él entiende cada circunstancia y conoce el momento preciso cuando su respuesta a nuestra oración producirá el máximo beneficio. Corremos el riesgo de cosechar frustraciones, pérdidas y dolor cada vez que nos adelantamos a su divino plan.
Antes de levantarse de la cama cada día, ore de la siguiente manera:Padre, quiero darte gracias por concederme los deseos de mi corazón. Hoy, voy a deleitarme en ti, encomendarlo todo a ti y a descansar en el conocimiento de que tienes todo bajo control.
Fuente: www.encontacto.org
Posted by Refrigerio Bíblico | 2:31 a.m. | No comments

La naturaleza del poder

En el momento que una persona recibe a Cristo como Salvador, inicia una batalla. El enemigo está decidido a destruir el testimonio de los creyentes. Pero Dios ha provisto un arma poderosa para quienes le sirven —el poder de su Hijo que fluye a través de ellos.
El poder de Cristo es supremo. Satanás, con toda su fuerza demoníaca, no puede lanzarnos nada capaz de rivalizar con el poder sobrenatural del Señor Jesús. Sin embargo, las tentaciones y las pruebas dejan al descubierto nuestras debilidades cuando preferiríamos ser fuertes. Esa es una razón por la que la naturaleza se rebela contra la adversidad y trata de evitarla.
Dios quiere que vivamos armados con el poder del Salvador para que podamos vencer las dificultades de la vida. Pero Él nos promete su poder solo cuando deponemos nuestro orgullo y reconocemos que somos demasiado débiles para la batalla (2 Co 12.9). El poder de Jesús está disponible para que sus seguidores podamos soportar los conflictos victoriosamente.


El mundo nos desafía a mantener la apariencia de que podemos manejar nuestros problemas sin la ayuda de Dios. Por eso, la orden dada a los cristianos puede parecer extraña para quienes los observan. Sin embargo, la arrogancia no trae bendición, sino confusión, distanciamiento del Señor y, en última instancia, fracaso. Si queremos ser victoriosos, no podemos seguir la estrategia de enfrentar al enemigo solos.
Hasta que nuestra vida se termine o el Señor Jesucristo regrese, estamos trabados en una batalla con Satanás. Pero no tenemos nada que temer. Cuando dependemos del poder del Señor, somos llenos de poder y fortaleza.
Fuente: www.encontacto.org

25 may 2015

Posted by Refrigerio Bíblico | 9:52 p.m. | No comments
Devotion – Libre Soy

Fuente: www.youtube.com
Devotion es el Ministerio de Adoración y Alabanza de la Iglesia Fuente de Agua Viva, que pastorean Otoniel y Omayra Font en Carolina, Puerto Rico. Su lema es “It’s all about Jesus” o “Todo se trata de él”



Posted by Refrigerio Bíblico | 9:10 p.m. | No comments

Fortaleza para afrontar las pruebas

“En cada vida debe caer un poco de lluvia”. Así dice un antiguo dicho familiar sobre la inevitabilidad de las adversidades. Pero ¿y si la lluvia se convierte en un torrencial aguacero —un problema en la vida que requiere una fortaleza más allá de lo humanamente posible? El apóstol Pablo se refiere a esta situación en su carta a los Corintios. Escribió sobre una aflicción que abrumaba tanto su corazón y su cuerpo que no esperaba sobrevivir.
La perspectiva de Pablo en cuanto a su problema sigue vigente hoy: “Para que no confiáramos en nosotros mismos sino en Dios, que . . .  seguirá librándonos” (2 Co 1.9, 10 NVI). La fortaleza que necesitamos durante las pruebas es posible por medio de Jesucristo, cuyo poder sobrenatural fluye por la mente, el cuerpo y el espíritu de todo creyente.
Cuando alguien recibe al Señor Jesús como su Salvador, su Espíritu viene a vivir dentro del nuevo creyente (Jn 14.17). Como resultado de esta “morada interior”, el poder que Cristo demostró estando en la Tierra abunda en quienes invocan ahora su ayuda. Pero, para tener acceso a su poder sobrenatural, tenemos que confiar en su promesa de darnos lo que nos haga falta cuando lo necesitemos (Fil 4.19). Mientras tratemos de arreglárnoslas utilizando nuestras habilidades, impediremos que su Espíritu libere la ayuda divina.
El poder de Jesucristo se libera en nuestra vida cuando reconocemos nuestra impotencia. El efecto es inmediato. Tan pronto como nos rendimos al Señor, su poder comienza a trabajar en nuestro interior para que podamos soportar las dificultades, conservando al mismo tiempo nuestro gozo y nuestra paz.
Fuente: www.encontacto.org

22 may 2015

Posted by Refrigerio Bíblico | 6:14 p.m. | No comments
Cómo superar el odio y el resentimiento


Una de las actitudes más destructivas —si no la más destructiva— que puede exhibir un cristiano es el odio. ¿Qué tan bien puede la luz salvadora de Jesucristo brillar en una vida que esté cubierta por odio, ira y malevolencia? ¿Y qué imagen de Cristo proyecta este tipo de persona al mundo incrédulo?
El odio es una falla absoluta en la actitud cristiana que estamos llamados a demostrar. Sin embargo, incluso en las iglesias, no es difícil encontrar personas que rebosan de hostilidad. ¿De dónde viene esto? Una de las razones clave para que los creyentes sean tan propensos al odio es su incapacidad de perdonar a quienes los han herido —especialmente cuando ese trato fue inmerecido.


Tomemos un “examen de odio”. Piense en alguien que le hirió en el pasado, y considere si . . .
1. No puede librarse del recuerdo de alguien. ¿Vuelve a repetirse la escena en su mente una y otra vez?
2. No puede desearle bien a alguien en particular. ¿Desea realmente lo mejor para una persona que le ha herido?
3. Desea que esa persona sufra lo mismo que usted. ¿Desea secretamente que esa persona experimente el mismo dolor que usted?
Si estas preguntas han revelado alguna animosidad oculta en su corazón, no concluya este estudio hasta que medite en Efesios 4.31, 32. Lea el pasaje en voz alta. Personalícelo en una oración, y deje que el Espíritu Santo de Dios limpie su corazón de odio, dándole el poder para perdonar una vieja herida.
Fuente: www.encontacto.org


20 may 2015

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La sanidad del herido

Jesús vino a nuestro mundo para transformarlo, pero regresará para perfeccionar el trabajo que había comenzado.
por Charles F. Stanley


Es difícil saber lo que realmente está pasando en la vida de las personas. Por ejemplo, en la iglesia la mayoría de las personas sonríen, saludan a sus amigos, y tienden a dar una buena impresión. Pero ¿qué tal si pudiéramos ver la verdad de sus vidas manifestada en sus cuerpos físicos? Descubriríamos que muchas están debilitadas por el dolor. Sabríamos al instante si les está sucediendo algo, y haríamos lo que pudiéramos para ayudarlas.
Así es probablemente cómo Jesús percibía a las personas cuando trataba de ayudarlas. Aunque en algunas de ellas las dolencias físicas eran más evidentes, también discernía la oscuridad espiritual y las heridas emocionales que las habían dejado devastadas. Y aunque Cristo siempre intervenía para sanarlas físicamente, su propósito principal era salvarlas del pecado y darles vida en abundancia (Jn 10.10).
Me pregunto cuántos creyentes hoy podrían decir con sinceridad que disfrutan de ese gran regalo. Sí, han sido salvos del pecado e irán al cielo, pero su vida parece más un seco desierto que un arroyo desbordante.
La sanidad del herido
La fragmentación es el resultado del pecado.
La fractura comenzó cuando el pecado entró en el mundo a través de Adán y Eva. El pecado creó una separación inmediata entre la humanidad y Dios, produjo discordia entre las personas, y el resultado fue la enfermedad y la muerte. Es por eso que sufrimos el daño emocional de una infancia dolorosa, de relaciones rotas y de circunstancias devastadoras. Sin embargo, a veces no sufrimos debido a nuestro pasado, sino a nuestras malas decisiones. Mientras no nos apartemos del pecado, experimentaremos conflictos internos y división.
Cualquiera que sea la causa de nuestra fragmentación, ésta afecta negativamente todos los aspectos de nuestra vida —salud, desempeño en el trabajo, relaciones, manera de pensar, actitudes y emociones. Lo más lamentable es que nunca tendremos la vida abundante que Cristo prometió si nos conformamos con algo inferior a lo que nos ofrece. ¡Cómo debe entristecer al Señor la fractura que causa el pecado! Su deseo es sanar lo que hay roto en nosotros, unir las partes, y sellarlas con su amor y su gracia.

Jesús vino para restaurarnos. Al pensar en lo que significa tener una vida plena, tenemos primero que entender que el Señor nos creó como seres tricótomos o constituidos por “tres partes” —espíritu, alma y cuerpo. El espíritu nos permite relacionarnos con Dios. El alma es nuestro ser más interno, que consiste de la mente, la voluntad y las emociones. Y el cuerpo es la parte física. Cuando Jesús ministraba a las personas, se ocupaba de los tres aspectos.

El Espíritu. En su encuentro con Nicodemo, el Señor Jesús le dijo que la única manera de entrar en el reino de los cielos era nacer del Espíritu (Jn 3.5, 6). Siendo que todos nacemos espiritualmente muertos en nuestros delitos y pecados, la única manera de tener vida es recibir el perdón de Cristo (Ef 2.1-5). Hasta que esa necesidad sea satisfecha, nunca estaremos restaurados. Pero, una vez que nacemos del Espíritu, Él viene a vivir dentro de nosotros para siempre. A medida que nos rendimos a su dirección y permitimos que Él nos llene, el Espíritu Santo producirá fruto en nuestro carácter (Ga 5.22, 23).
La sanidad del herido
El alma. Jesús se enfocaba también en las cuestiones internas del alma. En Juan 4, los fracasos matrimoniales de la mujer samaritana, y la relación extramarital que tenía en ese momento, revelaban su profundo dolor emocional. Cristo le ofreció agua viva, lo único que podía satisfacer verdaderamente y ser fuente para vida eterna (vv. 10, 14). Creer en Él dio como resultado no solo su perdón, sino también su transformación. Después de su encuentro con Jesús, su testimonio hizo que muchos otros de esa ciudad creyeran en Él (v. 39). Cristo desea lo mismo para sus seguidores hoy; quiere transformarnos en personas que pueden crecer espiritualmente y tener sanidad interior.
¿Se siente usted solo, aislado o fuera de lugar? ¿Siente como si nadie le amara o se interesara realmente por usted? ¿Está luchando con sentimientos de inferioridad? Si respondió afirmativamente a alguna de estas preguntas, sepa que no tiene que ser esclavo de esos sentimientos. Jesús quiere sanar su alma para que pueda tener una vida gozosa, cumpliendo con el plan que tiene para su vida.
Piense simplemente en lo que ya ha hecho por usted. En primer lugar, le ha convertido en miembro de la familia de Dios, y una parte de su cuerpo, la iglesia. No importa cómo haya sido su vida, usted pertenece al Señor para siempre, y Él se deleita en usted. Además, envió a su Espíritu para vivir en su interior como su consolador y ayudador. Él camina a su lado en todo momento, dándole la capacidad y la confianza para llevar a cabo lo que Él requiera de usted.

El cuerpo. Desde que Adán y Eva desobedecieron, la humanidad ha sufrido de fragilidad, enfermedad y muerte. Nadie puede evitarlo. Tal vez la pregunta que nos acosa con frecuencia, es por qué los enfermos no son sanados. Después de todo, dondequiera que Cristo fue, se ocupaba de las necesidades físicas. Los evangelios están llenos de historias de ciegos que recuperaron la vista, de paralíticos que caminaron, y de enfermos que fueron sanados.

La verdad es que no siempre sabemos cuál es la causa de la enfermedad, o por qué el Señor no sana todos los padecimientos. Aunque Jesús restauró efectivamente la salud a muchas personas, Él no sanó a todos en Israel. Su propósito era dar a la gente un anticipo de su reino futuro, cuando Él vendrá a gobernar en la Tierra como Rey de reyes. La buena salud permanente no está prometida en esta vida. Solo después de que recibamos nuestros cuerpos glorificados seremos sanados por completo —espiritual, emocional y físicamente.
Cristo llevará a cabo su obra.
Jesús comenzó nuestra restauración a la vida de plenitud en su primera venida y, cuando venga de nuevo, completará la buena obra que comenzó. En el momento de la salvación, Él da vida a nuestro espíritu. Luego trabaja para restaurar nuestras almas a través del proceso de santificación, mediante el cual nos transforma progresivamente a su imagen. La etapa final será la glorificación, cuando recibiremos cuerpos nuevos que nunca envejecerán, padecerán enfermedades, o morirán (Fil 3.20, 21).
No obstante, hasta que llegue ese día, seguiremos sufriendo de alguna manera. Pero tenemos esperanza, porque su propósito es que nuestro ser “sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (1 Ts 5.23). Y a medida que obra en nuestra vida, descubrimos el gozo desbordante que significa ser hijos del Rey.



Posted by Refrigerio Bíblico | 3:02 a.m. | No comments

Cómo entender la ansiedad

Por medio de la palabra, el Señor nos da evidencias de que muchas personas sufrieron de ansiedad —incluso los considerados pilares de la fe. Por ejemplo, podemos deducir que el apóstol Pablo debió haber sentido temor, puesto que Dios le dijo: “No tengas miedo; sigue hablando” (Hch 18. 9 NVI).
El hecho de que el temor sea común no significa que proceda de Dios (2 Ti 1.7). Por supuesto, ciertas situaciones —como oír un ruido ensordecedor cuando estamos solos— provocarán una respuesta de temor. Pero el Señor no quiere que vivamos con una ansiedad permanente.


Entre las preocupaciones normales están el miedo a la muerte, pobreza, enfermedad, vejez, crítica y pérdida de un ser querido. ¿Por qué nos resulta tan difícil dar por terminadas nuestras ansiedades, aunque el Señor dice: “No temáis” (Lc 12. 7)? Porque la ansiedad puede estar arraigada profundamente en nuestra manera de pensar. A veces, ella se deriva de sentimientos de insuficiencia, de culpa, o de una percepción equivocada en cuanto a Dios. No es raro que la inseguridad en la infancia se convierta en falta de confianza más tarde en la vida. Las experiencias del pasado pueden ser otro factor. Por ejemplo, una persona que ha perdido a uno de sus padres en un accidente vial, probablemente sea más propenso a padecer de ansiedad.
Pero, no importa la causa, la ansiedad quitará nuestra mirada de nuestro omnipotente y misericordioso Padre celestial, para centrar nuestra atención en nuestras circunstancias. Por eso, no es de extrañar que el Señor nos recuerde constantemente que no debemos temer. Él quiere que sus hijos se sientan seguros en su poder y en su fidelidad.

Fuente: www.encontacto.org


19 may 2015

Posted by Refrigerio Bíblico | 10:13 p.m. | No comments

La maldad humana
Dr. Armando Alducin

Fuente:www.youtube.com


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¡El plan para triunfar!
Fíjese en sus metas y viva por fe

por Charles F. Stanley

David estiró el brazo y tocó las tiras de cuero que le oprimían la muñeca. Las sentía seguras, pero ¿estarían bien apretadas? ¿Responderían en el momento que lanzara la piedra lisa con su honda? Él creía que sí. Tocó de nuevo, pero esta vez para asegurarse de que tenía la bolsa de cuero en su costado. Allí tenía cuatro piedras más en caso de que fallara con la primera, pero no creía que eso sucedería. Estaba confiado, simplemente seguro —sin ninguna arrogancia— de que estaba haciendo lo que Dios quería que hiciera. El movimiento enemigo que veía frente a él y el olor a guerra que lo rodeaba, no lo atemorizaban. Observaba el horizonte con osada seguridad mientras aquel hombre gigantesco se le acercaba. No me le acercaré mucho, pensó. Apenas lo suficiente. ¡Entonces se lanzó corriendo resueltamente a la línea de batalla hacia la victoria!

¿Cuántas veces no quiso usted alcanzar una meta, pero se sentía inseguro o temeroso? Quizás el desafío le pareció demasiado grande, o pensó que le faltaban la capacidad, la educación o los medios para lograrlo. Como joven, David probablemente tuvo que encarar algunas de estas mismas preguntas. Se preguntaría, muy probablemente, qué le depararía la vida. Mientras cuidaba las ovejas de su padre, tuvo tiempo de sobra, no sólo para pensar en esas cosas, sino también para desarrollar una relación con el Señor.


A Dios le tomó años preparar a David para el papel que asumiría un día como rey de Israel. Pero durante ese tiempo, David nunca perdió de vista las prioridades que Dios le había dado. El día en que se enfrentó a Goliat, todos los preceptos que el Señor le había enseñado convergieron para el momento de la gran prueba. Primero de Samuel 17 presenta este histórico acontecimiento: cuando el joven entró en el campo de batalla para enfrentarse a un veterano guerrero, la ventaja parecía estar a favor del enemigo. Pero no era así. Con un rápido y seguro movimiento, David dio en el blanco y logró su objetivo. Él había sido enseñado a creer que, con la ayuda de Dios, triunfaría —y lo logró.
Fijese metas aunque el desafío le parezca grandeLa nación de Israel había sucumbido al temor. El rey Saúl había montado su tienda a una distancia prudente del campo de batalla, y le inquietaba el no saber cómo podía salir de este horrible apuro. Cuando David se presentó, una refrescante sensación de esperanza recorrió el campamento. Pero no todo el mundo se alegró de verlo; incluso su hermano se sintió enojado porque había venido (v. 28). La oposición siempre es segura cada vez que usted le dice sí a Dios, especialmente cuando comienza a confiar en que Él hará algo que parece imposible. Sin embargo, la idea del fracaso nunca pasó por la mente de David. Tenía una prioridad, y ésta era la de defender el buen nombre de Dios (vv. 26, 36, 46, 47). Es que fijarnos metas de acuerdo con los parámetros de Dios nos asegura siempre la victoria.

A pesar de que no todas las metas que usted se fije serán de naturaleza espiritual, cada una de ellas debe ser conforme a los principios de la Palabra de Dios. El secreto para alcanzarlas es tener un propósito correcto. Si su única motivación es lograr más para tener una sensación de éxito personal, es posible que Él no le permita alcanzar su objetivo. David sabía que el Señor lo había unido para ser rey de Israel, pero la posición y el estatus no eran su propósito; su motivación era su amor al Señor. A él no le preocupaba no tener una casa grande, ni mucho dinero en el banco, ni los amigos ideales para sentirse importante. Su preocupación era honrar a Dios, y ésta fue la diferencia entre su éxito y el fracaso del rey Saúl.

Muchas veces nos fijamos metas demasiado bajas, o que no están de acuerdo con lo mejor que Dios tiene para nosotros. Se pueden lograr fácilmente, pero son de poca ayuda para aumentar nuestra fe en Él. Por otro lado, fijarse metas poco realistas puede desalentarnos si no las alcanzamos. El deseo de David de derrotar a Goliat era tremendo, pero fue el Señor quien puso ese deseo en su corazón y el que le dio a David las fuerzas para cumplir la tarea.
El plan de Dios en cuanto a la fijación de metasLas personas se pregunta muchas veces: “¿Me producirán satisfacción los planes que Dios tiene para mí?” Yo les digo: “¡Por supuesto que sí! Los planes de Dios son maravillosos, mucho más de lo que ustedes puedan imaginar, siempre rebosantes de bendiciones y de esperanza” (Ef. 3:20). Si nos conectamos a los sueños que Él tiene para nuestras vidas, no sólo aprenderemos cómo fijarnos prioridades que agraden al Señor; tendremos también una sensación de realización y un regocijo verdaderos. Para la fijación de metas, se deben considerar varias cosas. Son las siguientes:



Una idea clara de lo que usted desea lograr. David sabía lo que él quería: destruir al enemigo. Si usted permite que el temor y los pensamientos de incompetencia invadan su corazón, no logrará sus metas. Pero en el mismo momento que usted comience a creer que Dios le dará la victoria, sentirá un cambio de actitud. La fe en un Dios soberano que le ama incondicionalmente, avivará su esperanza. En vez de sentir que no puede hacer algo, usted comenzará a decir, como el apóstol: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil. 4:13, cursivas añadidas).

Un deseo ardiente. Las personas que dicen: “Espero poder hacer esto algún día”, pueden olvidarse de lograr sus metas. La pasión y el deseo profundo de agradar y honrar a Dios, son los requisitos fundamentales para lograr cualquier meta, no importa lo enorme que pueda ser ésta.

La confianza. Me sorprende escuchar a algunas personas hablar de sus capacidades, de sus títulos y de su confianza, sin duda, en sí mismas antes que en Cristo. Ahora bien, pensemos en el historial profesional del apóstol Pablo, que era todo un informe de su calidad teológica. Era el maestro “perfecto” por su formación, su labor y su actitud. Sin embargo, él escribe: “Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él” (Fil. 3:8, 9).

Una línea de acción. Independientemente de que su meta sea espiritual (como el tener más intimidad con Dios) o personal (como ahorrar para unas vacaciones), pídale al Señor que le ayude a desarrollar un plan. En cualquier caso, hay que poner por escrito los objetivos y encomendarlos a Él. Pero la rendición es esencial; si usted no le da a Cristo cada una de las áreas de su vida, nunca experimentará el verdadero éxito que Dios quiere que usted tenga.



Un diario. Las metas tienen que ser definibles y medibles. Llevar un diario de sus avances y marcar los acontecimientos importantes le ayudarán a mantenerse enfocado en el objetivo, vigorizado y dirigiéndose en la dirección correcta. Lo más probable es que si usted no tiene una fecha límite para ver realizada su meta, nunca lo logrará.

Perseverancia. Lo peor que usted puede hacer es comenzar algo y nunca terminarlo. Si se rinde, el recuerdo del fracaso le quedará grabado en la mente. Por tanto, sea perseverante. Fije sus ojos en la meta, y no se desvíe hacia ningún lado. Recuerde que el desánimo es una de las herramientas favoritas de Satanás, y que él incluso tentará a otros creyentes para que lancen dudas sobre lo que Dios le ha pedido a usted que haga.

Control de las emociones. El enojo, el temor, la inseguridad, la desilusión y muchas otras emociones pueden impedir que logremos nuestro objetivo. El corazón de David estaba puesto en la victoria y en la honra de Dios, y por eso no titubeó. Si bien Goliat se burló de él, su trampa no le funcionó.

Valentía para actuar. David le dijo a Saúl: “No desmaye el corazón de ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo” (1 S. 17:32). Si usted deja que el temor se apodere de su corazón, nunca tendrá la valentía que necesitará para acabar la tarea. Es bíblico tomarse el tiempo para evaluar el costo de alcanzar la meta (Lc. 14:28-32), pero cuando lo haga, que su evaluación sea de acuerdo con los deseos, las normas y el deseo del Señor para su vida, no conforme a su limitado entendimiento. Dios ve todo el panorama. Sabe lo que habrá más adelante, y reconoce cuán importante es que usted desarrolle confianza en Él.

Una dependencia consciente de Dios. Muchas veces, las grandes victorias están constituidas por pequeños logros. David le dijo a Goliat: “Jehová te entregará hoy en mi mano”. No dijo: “Por mis grandes capacidades voy a alcanzar este objetivo, ganar esta batalla y vencer a este enemigo”. El corazón de David estaba dispuesto a exaltar y honrar a Dios con su vida. Cuando ésa sea la motivación de sus acciones, usted no sólo alcanzará sus metas personales, sino que también podrá lograr cosas para Dios.



18 may 2015

Posted by Refrigerio Bíblico | 5:53 p.m. | No comments
TIENES QUE NACER DE NUEVO
Dr. John Macarthur

Fuente: www.youtube.com


Posted by Refrigerio Bíblico | 1:30 p.m. | No comments
La Visión 
por David Wílkerson
1/7 
Fuente: www.youtube,com


Posted by Refrigerio Bíblico | 1:24 p.m. | No comments
La Visión 
por David Wílkerson
2/7
Fuente: www.youtube.com


Posted by Refrigerio Bíblico | 1:18 p.m. | No comments
La Visión 
por David Wílkerson
3/7

Fuente: www.youtube.com



Posted by Refrigerio Bíblico | 1:12 p.m. | No comments
La Visión
por David Wílkerson 
4/7

Fuente: www.youtube.com



Posted by Refrigerio Bíblico | 1:11 p.m. | No comments
La Visión  
por David Wílkerson
5/7

Fuente: www.youtube.com



Posted by Refrigerio Bíblico | 1:11 p.m. | No comments
La visión
 por David Wílkerson
6/7

Fuente: youtube.com


Posted by Refrigerio Bíblico | 1:10 p.m. | No comments
La visión
 por David Wílkerson
 7/7
Fuente: youtube.com


Posted by Refrigerio Bíblico | 6:22 a.m. | No comments

Cómo aumentar la fe

¿Cuáles son algunos pasos prácticos que podemos dar para aumentar el nivel de nuestra fe?
1. Leer la Biblia. Romanos 10.17 dice: “La fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”. Es decir, usted debe alimentar su fe con una dieta constante de la Palabra de Dios.
2. Ejercitar su fe. Un aspirante al fisicoculturismo no comienza levantando 200 kilogramos el primer día. En vez de eso, se ejercita diariamente, aumentando gradualmente su fuerza. El ejercicio regular de la fe puede producir un crecimiento espiritual similar.
3. Aceptar las pruebas. Primera de Pedro 1.3-9 explica que la adversidad, enfrentada con el poder de Dios, desarrolla la fe. Así como el fuego purifica a los metales preciosos, las dificultades eliminan todo lo que no sea fe pura.
4. Observar los testimonios de otros. Un testimonio es la confesión de una persona en cuanto a la actividad de Dios en su vida. Nadie puede negar, desmentir o restar importancia al testimonio de otra persona. Cuando usted escucha los hechos poderosos de Dios en la vida de alguien más, su fe en Él crece.

5. Orar. Se llega a conocer a una persona hablando con ella. Y en eso precisamente consiste la oración. Pero no hable solamente; asegúrese de dedicar tiempo para escuchar lo que Dios quiere decirle.
6. Practicar la obediencia. Nunca crecerá en su fe si desobedece lo que Dios le dice que haga. La fe perfecta es un subproducto de la obediencia. Póngase en la posición de ver lo mejor de Dios para su vida, y su fe crecerá y madurará.

Fuente: www.encontacto.org




16 may 2015

Posted by Refrigerio Bíblico | 4:55 p.m. | No comments

Gratitud en la rutina

La rutina de la vida puede parecer sin sentido hasta que la vemos desde la perspectiva de Dios.


Sea sincero. ¿Salta usted de la cama cada mañana, esperando alegremente tener ocho horas emocionantes de trabajo? ¿O le tiene pavor al sonido de la alarma del reloj, y a otro día más en el trabajo? ¿Consiste su rutina en despertar, ir a trabajar, volver a casa e ir a dormir cada noche para después repetir la misma rutina al día siguiente?
Probablemente todos hemos tenido períodos cuando la vida se vuelve rutinaria e incluso deprimente. Las demandas constantes de recibir un sueldo nos dejan agotados y malhumorados. ¿Qué nos hace falta? ¿Por qué no podemos encontrar felicidad y gratitud en la “rutina” de la vida?
Salomón fue un hombre que lo tuvo todo —no solamente poder, prestigio y riquezas, sino también un trabajo magnífico, una familia numerosa y gran sabiduría. Sin embargo, incluso para él, la vida pareció sin sentido. Ese es el tema que entretejió a lo largo del libro de Eclesiastés; su muy conocido lamento —“Vanidad de vanidades. . . todo es vanidad”, aparece en el primer capítulo y se repite en el último (1.212.8). Aunque Salomón reconoce a Dios como el gobernante y juez soberano, mucho de lo que escribe enfatiza lo insignificante que es la vida vista desde una perspectiva terrenal. Veinte y nueve veces en este breve libro, utiliza la frase “bajo el sol”. De vez en cuando, sin embargo, nos recuerda la perspectiva de Dios, pues entender la vida desde un enfoque divino es la única manera de sentir gratitud y alegría en medio de la rutina.




Salomón comienza haciendo esta pregunta: ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol? (1.3). Todos anhelamos sentir que estamos realizando algo de valor. Pero es difícil ver un gran propósito en las tediosas tareas de la vida cotidiana. Desde nuestra limitada perspectiva, las interminables tareas rutinarias parecen tediosas y frustrantes. Por más que hayamos sido bendecidos con un trabajo que ofrece nuevas y emocionantes oportunidades, su atractivo se evapora después de algún tiempo.
En su búsqueda de sentido a la vida, Salomón abordó una serie de proyectos extraordinarios (2.1-10). Y después de haber logrado todo lo que su corazón deseaba, estuvo satisfecho con todo su trabajo. Tal vez usted lo entienda si ha admirado su jardín o su casa después de haberles dedicado horas de arduo trabajo.
Sin embargo, los jardines deben ser replantados para que embellezcan cada año. Y la decoración de la casa pierde su atractivo una vez que pasa el tiempo. Tal vez fue así como se sintió Salomón, y la razón por la que cambia de parecer en el versículo que viene a continuación: “Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol” (v. 11). Los grandes logros de Salomón no podían darle satisfacción. Fue así que reconoció que el trabajo era un don de Dios, y que nadie puede encontrar satisfacción o alegría sin el Señor (2.253.12, 13).
Gratitud en la rutina
Reflexione
Puesto que Eclesiastés se limita a lo que se percibe por medio de la mente y los sentidos naturales, examinemos algunos pasajes del Nuevo Testamento para tener una perspectiva más amplia.
• Romanos 8.18-25 ofrece una explicación de lo que Salomón vio como la vanidad de la vida. ¿Cuándo será quitada finalmente esta futilidad? ¿Qué debemos hacer mientras tanto (vv. 24, 25)?
• En Eclesiastés 2.1-11, Salomón trató de encontrar satisfacción en sus labores. ¿Cuántas veces utilizó en este pasaje las palabras “me”, “para mí” y “me hice”? ¿A qué conclusión llegó en el v. 11? ¿Qué motivación diferente en cuanto a nuestro trabajo se da en Colosenses 3.23, 24?
• Debido a que Dios ha puesto eternidad en nuestro corazón (Ec 3.11), sabemos intuitivamente que la vida no se reduce a esta existencia presente. Sin embargo, Salomón temía que sus logros serían olvidados poco después de su muerte (1.112.15-17). ¿Qué dicen Hebreos 6.10 y 1 Corintios 3.10-15acerca de las obras de un creyente?
• A Salomón también le preocupaba que, después de su muerte, no tendría control sobre todo lo que había trabajado para acumular (Ec 2.8-21). Desde una perspectiva celestial, ¿cómo podemos asegurarnos de que nunca perderemos nuestros tesoros cuando muramos (Mt 6.19-21)?



Responda

• ¿Una perspectiva terrenal le ha hecho sentir lo mismo que Salomón? ¿Cómo ha moldeado esa perspectiva su motivación y la percepción de su trabajo?
• Al igual que Salomón, ¿ha buscado usted, sin éxito, satisfacción en sus labores?
• ¿Ha expresado recientemente su gratitud a Dios por el trabajo que le ha dado? ¿Cómo podría el agradecimiento cambiar su manera de pensar y su actitud en cuanto a su trabajo?
Repase
Salomón argumentaba que el fruto del trabajo del hombre no era eterno. Lo cual es evidente cuando uno ve una casa abandonada que alguien construyó con mucho esfuerzo, pero que con el tiempo perdió su belleza. No obstante, Eclesiastés 3.14 dice: “Todo lo que Dios hace será perpetuo”. Recuerde que somos hechura de Dios creados en Jesucristo; y que, antes de que naciéramos, el Señor ya había escogido buenas obras para que las hiciéramos. Si “andamos en ellas” nada de lo que hagamos será inútil.

Fuente: www.encontacto.org





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