Dr. Charles Stanley

¿Se considera usted una persona agradecida? Con el tiempo de Acción de Gracias tan cerca de nosotros, haríamos bien en reflexionar sobre esa pregunta. Después de todo, somos llamados a imitar a Jesús, cuya vida se caracterizó por la gratitud. A lo largo de todo su ministerio, Él expresaba regularmente su agradecimiento al Padre. Antes de partir el pan y los peces para alimentar a miles de personas, hizo una pausa para dar gracias (Mt 15.36). Antes de resucitar a Lázaro de los muertos, Jesús se paró junto al sepulcro y dio gracias al Padre por escuchar la oración que estaba a punto de ser respondida (Jn 11.41, 42). Y a solamente unas pocas horas de su propia muerte, Jesús expresó gratitud al Padre cuando bendijo el pan y el vino del nuevo pacto (Mr 14.22, 23).

Como cristianos, nuestras vidas deben caracterizarse por la gratitud. ¿Qué nos sucede cuando Cristo nos transforma en personas agradecidas? En primer lugar, nos llenamos de confianza en el Señor y en su Palabra al darnos cuenta de que está obrando para que todo resulte para nuestro bien (Ro 8.28), y desarrollando en nosotros la clase de fe que nos ayuda a responder con gratitud, aun en las pruebas más dolorosas (1 P 1.6, 7).
En segundo lugar, reconocemos que Él es la fuente de todo bien. Nuestras vidas se caracterizan por la paz y el contentamiento, pues entendemos que todo lo que Él escoge para nosotros es lo mejor —ya sea mucho o poco. En realidad, nuestra gratitud ya no se basa más en las satisfacciones de la vida, sino en el gozo de tener una relación con Cristo.
Por último, la persona agradecida es generosa. Los creyentes no deben ser “aguas estancadas”; Dios quiere que sus hijos, como corrientes de agua, compartan con los demás las bendiciones que reciben.
Cuando usted celebre el Día de Acción de Gracias este año, no deje que este día sea su única expresión de gratitud. Tome la decisión de rendir su vida a Cristo, y pídale que le dé un corazón agradecido. Luego, dedique tiempo para darle gracias por su fidelidad tanto en los buenos tiempos como en los difíciles.
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