
La práctica de la alabanza
2 Crónicas 20.1-30
Cuando los problemas o el sufrimiento vienen a nuestra vida, podemos elegir reaccionar de forma natural o sobrenatural. Alabar al Señor en momentos como éstos puede parecer ilógico, pero es sumamente eficaz. La alabanza cambia nuestra perspectiva y nuestra fe, abre la puerta para que Dios haga grandes cosas, e influye sobre otras personas. Las Sagradas Escrituras ofrecen dos maravillosos ejemplos de hombres que decidieron responder de manera sobrenatural en tiempos de dificultad.
Una respuesta sobrenatural a un problema: 2 Crónicas 20.1-30
- Cuando el rey Josafat se enteró de que tres grandes ejércitos venían a atacarlo, el temor lo motivó a buscar al Señor (vv. 1-4).
- Su oración empezó con la alabanza, lo cual cambió su enfoque: de la magnitud de su problema, a la grandeza de Dios(vv. 5-7).
- Después de hacer su petición y de recibir una respuesta por medio del profeta Jahaziel, Josafat —-junto con el pueblo de Judá-— exaltó y adoró al Señor (vv. 18, 19).
- El enfoque del rey en Dios había aumentado tanto su confianza en Él, que se acercó a la batalla, no con soldados, sino con un coro que glorificaba a Jehová (vv. 20, 21).
- Cuando comenzaron a cantar alabanzas, el Señor intervino derrotando totalmente a sus enemigos (vv. 22-25).
- El pueblo respondió a la gran salvación con gratitud y adoración (vv. 26-28).
- Su respuesta sobrenatural dio como resultado paz y descanso para el pueblo, e hizo que las naciones vecinas reverenciaran a Dios (vv. 29, 30).
Una respuesta sobrenatural al sufrimiento: Hechos 16.16-34
- Cuando Pablo y Silas fueron víctimas de injusticia y maltratos, cantaron alabanzas a Dios en medio de su sufrimiento (vv. 19-25).
- Tal inusual actitud abrió los oídos de los presos no creyentes (v. 25).
- El Señor intervino de manera tangible y espiritual, abriendo la puerta de la cárcel y el corazón del carcelero (vv. 26-32).
- Como resultado de la reacción sobrenatural de Pablo y Silas, toda una familia llegó a conocer al Salvador (vv. 33, 34).
Preguntas para reflexionar:
- ¿Cómo responde usted normalmente a los problemas o al sufrimiento? ¿En qué atributos o hechos de Dios puede centrar su alabanza, para que esto le ayude en la próxima experiencia difícil que enfrente?
- ¿Alguna vez decidió exaltar al Padre celestial sin desear hacerlo? ¿Por qué el centrarse en el Señor, no en su situación, cambia su perspectiva, su fe, su esperanza y su testimonio?
Fuente: www.encontacto.org
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