El Espíritu Santo, como podemos vivir una vida santa por El
Dr. Félix Muñoz
¿Cómo es capacitado el creyente para vivir una vida santa?
(Romanos 8:1-4)
Viviendo en el Espíritu
1 Ahora, pues, ninguna
condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a
la carne, sino conforme al Espíritu. 2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo
Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. 3 Porque lo que era
imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su
Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en
la carne; 4 para que la justicia de
la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu.
La persona destacada aquí es el Espíritu
Santo, es una importante clave para entender este tema y comprender
este mensaje.
La victoria no esta en nosotros mismos, sino en el Espíritu Santo que
mora en nosotros.
Las ayudas que El nos da son: libertad en el servicio (v.2); fuerza para
el servicio (v.11); victoria sobre el pecado (v. 13); guía en el servicio (v.
14); el testimonio de la aflicción (v. 16); la ayuda en el servicio ( v.26);
ayuda en la oración (v. 26).
8:1 -Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo
Jesús. Esto se puede comprender de dos maneras.
1. No, hay condenación
de parte de DIOS por lo que toca a nuestro pecado, porque estamos en Cristo.
Había condenación mientras estuviésemos en nuestra primera cabeza federal,
Adán. Pero ahora estamos en Cristo y por ello estamos tan libres de condenación
como El.
2. Pero también puede significar que hay otra necesidad
de la clase de condena propia que Pablo describió en el capitulo 7. Podemos
pasar a través de una experiencia de Romanos 7, incapaces de cumplir la ley
mediante nuestros propios esfuerzos, pero no tenemos por que quedarnos allí. El
versículo 2 explica por que no hay ahora, pues ninguna condenación.
8:2- la ley de Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la
ley del pecado y de la muerte.
Tenemos aquí dos leyes o dos principios en oposición. El principio
característico del Espíritu Santo es dar energía a los creyentes para una vida
santa. El principios característico del pecado morador es el de arrastrar a una
persona hacia la muerte. Es como la ley de gravedad. Cuando echas una pelota al
aire, vuelve a descender por que es mas pesada que el aire que desplaza. Una
ave viviente es mas pesada también que el aire que desplaza, pero cuando la
echas al aire, emprende el vuelo a las alturas. La ley de vida en la ave
vence a la ley de la gravedad. Y así el espíritu Santo da la vida de
resurrección del Señor Jesús, liberando al creyente de la ley del pecado y
de la muerte.
8:3- la ley nunca podía
llevar a la gente a cumplir sus sagradas demandas, pero la gracia ha tenido
éxito allí donde la ley fracasó. ¡veamos como!
A la ley le era imposible producir una vida santa, por que
era débil a causa de la carne. El problema no residía en la ley, sino en
la naturaleza caída humana. La ley hablaba a hombres que ya eran pecadores y no
tenían fuerzas para obedecer. Pero Dios intervino enviando a su propio hijo
en semejanza de carne de pecado. Observemos con cuidado que el Señor Jesús
no vino en carne de pecado. Sino << en semejanza de carne de pecado>>.
El no hizo pecado ( 1 Pedro 2:22), no conoció pecado (2 Corintios 5:21) y en El
no había pecado (1 Juan 3:5) pero al venir al mundo en forma humana, se parecía
a la humanidad pecadora. Como sacrificio por el pecad, Cristo condeno al
pecado en la carne. No murió solo por los pecados que cometemos, sino
también por nuestra naturaleza pecaminosa. En otras palabras, murió por lo que
somos así como por lo que hemos hechos. Al hacerlo, condeno el pecado en la
carne. De nuestra naturaleza de pecado jamás se dice que sea perdonada; es
condenada. Son los pecados que hemos cometido los que nos son perdonados.
8:4- Ahora la justicia de la ley ha quedado cumplida en nosotros,
los que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Al pasar
el control de nuestras vidas al espíritu Santo, El nos da la capacidad para
amar a DIOS, y para amar a nuestro prójimo, y a fin de cuentas es lo que la ley
exige. En estos primeros cuatro versos, el apóstol recoge los hilos de su
argumento desde Romanos 5:12 hasta Romanos 7:25. En 5:12-21estaba
tratando de la condición de cabezas federales entre Adán y Cristo. Ahora en 8:1
muestra que la condenación que heredamos de nuestra identificación con Adán
queda eliminada mediante nuestra identificación con Cristo. En los capítulos 6
y 7 trata del horrendo problema en la naturaleza. Ahora anuncia triunfante que
la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús nos ha librado de la ley del pecado
y de la muerte. En el capitulo 7 se suscita todo el tema de la ley. Ahora
venimos a conocer que las demandas de la ley son cumplidas por la vida
controlada por el Espíritu Santo. ¿Cómo se recibió el Espíritu?
(Gálatas 3:1-3)
El Espíritu se recibe por
la fe
3:1 !!Oh gálatas insensatos!
¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos
Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? 2 Esto solo quiero saber de
vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con
fe? 3 ¿Tan necios sois?
¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?
La verdad del evangelio.
3:1- Sus acciones exhibían una carencia de comprensión y de razón. Apartarse
de la gracia a la ley es estar fascinado, o, como explica la Biblia en
el original que esta traducido como un encantamiento de magia, para
aceptar incautamente la falsedad por la verdad. Cuando Pablo pregunta ¿Quién
os fascinó?, el quien es singular no plural, quizá sugiriendo que el diablo
era el autor de la falsa enseñanza. El mismo había predicado a los Gálatas a Jesucristo
como crucificado, enfatizando que la cruz debía separarlos para siempre de
la maldición y de la esclavitud de la ley. ¿Cómo
podían volver a la ley con ello despreciar la obra de la cruz? ¿es que la
verdad no se había apoderado de ellos de una forma practica?
3:2- una pregunta seria suficiente para resolver toda la cuestión. Que
volviesen al tiempo de su conversión – el tiempo en que el Espíritu Santo vino
a morar en sus cuerpos -. ¿Cómo recibieron el Espíritu? ¿Haciendo, o
creyendo? Evidentemente creyendo. Nadie jamás recibió el Espíritu a causa
de la observancia de la ley.
3:3- si no podían obtener la salvación por obras , ¿podían esperar crecer
en la santidad o a la madurez cristiana mediante la ley? Si el poder del
Espíritu era necesario para salvarlos, ¿podían ellos completar el proceso
mediante esfuerzos carnales?
(Gálatas 4:4-6)
Solo de El.
4:4 Pero cuando vino el
cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la
ley, 5 para que redimiese a los
que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.6 Y por cuanto sois hijos,
Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: !!Abba,
Padre!
4:4- La Plenitud del tiempo se refiere al tiempo señalado
por el Padre celestial, tenemos aquí , en pocas palabras, una maravillosa
declaración sobre la deidad y humanidad del salvador. El es el Hijo eterno de
Dios; pero nació de mujer. ¿ de que otra manera podía nacer un
mero hombre? La expresión, en el caso de nuestro Señor, da testimonio de la
singularidad de su persona y del modo singular de su nacimiento. Nacido en el
mundo como israelita, nació por ello bajo la ley. Como hijo de Dios , el
Señor Jesús jamás hubiera estado bajo la ley; el era quien había promulgado.
Pero, en una gracia llena de condescendencia, se puso a si mismo bajo la ley
que el había promulgado, para magnificar con su vida, y llevar la maldición
de la misma con su muerte.
4:5- la ley exigía un precio a aquellos que dejaban de observarla – el precio
de la muerte -. Antes que Dios pudiese llevar a los hombres a la maravillosa
posición de hijos, se tenia que pagar este precio. De modo que el Señor Jesús
que vino al mundo como miembro de la raza humana y de la nación judía, pago el precio
que la ley demandaba. Por cuanto El es Dios su muerte tiene un infinito valor,
es decir, fue suficiente para pagar por cualquier cantidad de pecadores. Por
cuanto era hombre, podía morir como sustituto del hombre. <<Cristo, Hijo
de Dios por naturaleza, vino a ser hijo del h hombre, para que nosotros, por
naturaleza, hijos del hombre, pudiésemos llegar a ser hijos de Dios>>.
Maravilloso intercambio!. En tanto que los hombres fuesen esclavos, no podían
ser hijos. Cristo nos libero de la esclavitud de la ley para que por la
adopción llegásemos a ser hijos.
4:6- para los que son hijos
de Dios puedan darse cuenta de la dignidad de esta posición, Dios envió el
Espíritu Santo para que morase en ellos. El Espíritu Santo crea esta
conciencia de esta condición filial, lo que lleva al hijos a dirigirse a Dios
como, Padre. Ningún esclavo puede dirigirse a su amo como Padre, pero
por la libertad de la esclavitud de la ley ya se le puede llamar por medio del
espíritu Santo, Padre.
(Juan 14:26)
26 Mas el Consolador, el
Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las
cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
14:26- el Espíritu Santo revela mas allá, fue enviado por el Padre en
el nombre de Cristo en el día de pentecostés. El espíritu vino en el
nombre de Cristo en el sentido de representar a Cristo aquí en la tierra, no
vino a glorificarse a si mismo sino a llevar a los hombres hacia el salvador. El
os enseñara todas las cosas, dijo el Señor. Lo hiso primero por medio del
ministerio hablándole a los apóstoles, ahora lo hace por medio de la palabra
escrita de Dios que tenemos hoy. El Espíritu Santo trae a recuerdo todo lo
que el salvador ha enseñado. En el resto del Nuevo testamento el
Señor enseña por medio del Espíritu Santo que se debe de hacer por voluntad
divina.
(2 Pedro 1:4)
Partícipes de la
naturaleza divina
4 por medio de las cuales
nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a
ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que
hay en el mundo a causa de la concupiscencia,
1:4- incluidas entre todas las cosas, el poder de Dios que ha dado para
desarrollar Una vida de santidad en las cuales tenemos sus preciosas y
grandísimas promesas en la palabra. El camino de la vida Cristiana esta tan
lleno de promesas que seria imposible caminar sin pisar una de ellas. las
promesas de Dios son la ultima de siete cosas preciosas que Pedro menciona en
sus cartas.
1. Nuestra Fe es mas preciosa que el oro (1 P
1:7).
2. La sangre de Cristo es preciosa (1 P 1:19).
3. Cristo, la Piedra viva, es precioso a los
ojos de Dios (1 P 2:4).
4. El es precioso también como la piedra
angular (1 P 2:6).
5. Para todos los que creen, El es de gran
valor (1 P 2:7).
6. La joya imperecedera de un espíritu manso y
apacible es de gran precio delante de Dios (1 P 3:4).
7. Las promesas de Dios son preciosas (2 P 1:4).
Pensemos por un momento en las
promesas que se relacionan con la vida de santidad.
Libertad del dominio del pecado (Rom 6:14).
Una gracia suficiente (2 Cor 12:9).
Poder para obedecer sus mandamientos (Fil
4:13).
Victoria sobre el diablo (Stg 4:7).
Camino de salida cuando se es tentado (1 Cor
10:13).
Perdón cuando confesamos nuestros pecados (1 Jn
1:9)- y también olvido de ellos (Jer 31:34).
Respuesta cuando clamamos (Sal 50:17).
¡No es sorprendente que Pedro diga que las Promesas de Dios son preciosas
y grandísimas! Estas promesas ayudan al creyente a huir de la corrupción
que hay en el mundo a causa de las concupiscencia. Dios ha prometido todo
lo que necesitamos para resistir la tentación.
La faceta positiva es que por medio de estas mismas promesas podemos
llegar a ser participantes de la naturaleza divina. Esto tiene lugar
primordialmente en la conversión. Mientras nos rindamos a El, se vera El (2 Cor
3:18).
El Espíritu nos capacita a vivir la vida que a DIOS le agrada, y todo es
por El en nosotros y no por nosotros mismos.
¿Qué es el bautismo del espíritu Santo?
(Romanos 6:4, v6)
4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a
fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros andemos en vida nueva.
6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con
él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más
al pecado.
6:4- el Bautismo con agua da una demostración visual del bautismo en
Cristo. Exhibe al creyente siendo sumergido en las oscuras aguas de la muerte (En la persona del
Señor Jesucristo), y presenta al nuevo hombre en Cristo levantándose para andar en
novedad de vida. Hay un sentido en el que un creyente que asiste al funeral de
su viejo yo cuando es bautizado. Al pasar bajo el agua, esta diciendo:
<<Todo lo que yo era como pecaminoso hijo de Adán fue puesto a la muerte
de la cruz>>. Al Salir del agua esta diciendo: <<Ya no soy mas yo
el que vive, sino Cristo vive en mi>>. (Gal 2:20).
El Apóstol pasa a declara que la resurrección de Cristo nos hace posible
que andemos en novedad de vida. Declara que Cristo resucito de los
muertos para la gloria del Padre. Esto significa que todas las divinas
perfecciones de Dios – su rectitud, amor, justicia, etc. Demandaban que
resucite el Señor. A la vista de la excelencia de la persona del Salvador en el
sepulcro. Dios le resucitó, y por cuanto estamos identificados con Cristo en su
resurrección, podemos y debemos andar en novedad de vida.
6:6- en el bautismo
confesamos que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Cristo.
Nuestro viejo hombre se refiere a todo lo que éramos como hijos de Adán
– a nuestras viejas, malvadas e inregeneradas personas, con todos nuestros
viejos hábitos y apetitos-. En la conversión nos quitamos el viejo hombre y
nos vestimos del nuevo hombre, como si estuviésemos cambiando nuestros sucios
trajes por una vestidura sin mancha (Col 3:9-10).
La crucifixión del viejo hombre en el calvario significa que
el cuerpo de pecado ha sido anulado. El cuerpo de pecado no hace
referencia al cuerpo físico. Se refiere en realidad al pecado que mora en el y
que es personificado como un tirano, gobernando a la persona. Este cuerpo de
pecado queda reducido a la impotencia, es decir, anulado o hecho
inoperante como poder rector. La ultima clausula muestra que este es el
significado: a fin de que no sirvamos mas al pecado. La tiranía del
pecado en nosotros queda por medio de la libertad en Cristo Jesús mediante la
cruz, quebrantada.
¿Cómo se puede vivir una vida recta, agradable e intachable ante Dios?
¿depende de mi?
(1 Tesalonicenses 5:23-24)
23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro
Señor Jesucristo. 24 Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.
5:23- Pablo ora por la santificación de los cristianos. La fuente es el
Dios de paz. El ámbito se encuentra en la palabra completamente, lo
que significa: <<Toda parte de tu ser>>. Este verso a sido
apremiado para su uso por algunos para demostrar la doctrina de la <<santidad>>
de la plena santificación – que un creyente puede llegar a ser perfecto y
sin pecado en esta vida -. Sin embargo, no es esto lo que significa. Pablo
cuando ora que el mismo Dios de paz os santifique por completo. No esta
orando por la erradicación de la naturaleza de pecado, sino que la
santificación se extienda a todas partes de su ser – espíritu, alma y cuerpo.
Hay tres fases de la santificación en el Nuevo testamento : 1. la
posicional, 2.la practica o progresiva, 3. la perfecta.
1. El momento en que
una persona nace de nuevo, es santificada posicionalmente en virtud de su unión
con Cristo. Esto quiere decir que es apartada a Dios del mundo. Se hace
referencia a esto en: (Hch 26:18, 1 Cor 1:2, 1Cor 6:11, 2 Tes 2:13, Heb
10:10-14).
2. Luego hay la santificación progresiva o practica. Se trata de un
apartamiento del creyente a Dios, dando la espalda al mundo, al pecado y al yo.
Es el proceso por el que va asemejándose mas y mas a Cristo. Es la
santificación por la que Pablo ora por los tesalonicenses aquí. También se ve
en (1 Tes 4:3-4, 2 Tim 2:21). Es producida por el Espíritu Santo cuando somos
obedientes a la palabra de Dios (Jn 17:17, 2 Cor 3:18). Esta santificación
practica es un proceso que debería proseguir en tanto que el creyente este en
la tierra. Nunca conseguirá la perfección ni la impecabilidad en su estado
actual, pero debería siempre estar lanzado hacia esta meta.
3. La perfecta santificación se refiere a la final condición del creyente
en el cielo. Cuando vaya a estar con el Señor, será moralmente como el Señor,
total y finalmente separado del pecado (1 Jn 3:23).
El apóstol Pablo ora también por la perseverarían de los tesalonicenses.
Esta perseverancia debería incluir a la persona completa – espíritu, alma y
cuerpo. Observamos el orden. El hombre dice cuerpo, alma y espíritu. Dios
siempre dice espíritu, alma y cuerpo. En la creación original, el
espíritu era de importancia primordial, y el cuerpo lo ultimo. El pecado
invirtió el orden: el hombre vive para el cuerpo y descuida su espíritu. Cuando
oramos los unos por los otros, deberíamos seguir la pauta bíblica, y poner el
bienestar en el espíritu antes que las necesidades físicas. En base a este y
otros versos, es evidente que somos seres tripartitos. Nuestro espíritu
es aquel componente que nos capacita para tener comunión con Dios. Nuestra alma
tiene que ver con nuestras emociones, deseos, afectos e inclinaciones (Jn
12:27). Nuestro cuerpo es la casa en la que mora nuestra persona (2 Cor
5:1). Todo nuestro ser, cada uno de sus componentes, ha de ser guardado íntegramente,
es decir, completo y sano.
- El Espíritu:
(a) todo aquello que lo contamine (2 Cor 7:1), (b) todo
lo que obstaculice el testimonio del Espíritu Santo acerca de la relación de
los santos con Dios (Rom 8:16), (c) todo aquello que impida la
adoración que El busca (Jn 4:23, Fil 3:3).
- El Alma: (a)
los malos pensamientos (Mt 15:18-19, Ef 2:3), (b) apetitos
carnales que militan contra ella (1 P 2:11), (c) amarguras y
contiendas (Heb 12:15).
- El Cuerpo: (a) contaminación (1
Tes 4:3-8), (b) malos usos (Rom 6:19).
La oración prosigue para desear que la santificación y perseverancia de
Dios se extienda de tal forma a cada parte de sus personalidades que cada
creyente sea irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Esto parece apuntar al tribunal de Cristo, que sigue al arrebatamiento. En
aquel tiempo se revisaran la vida, el servicio y el testimonio de cada
cristiano, y será recompensado cada uno no para perdición o condenación sino
para galardón eterno.
5:24- (1 Tes 4:3) como vimos antes en 4:3, la voluntad de Dios es nuestra
santificación. El nos ha llamado a comparecer al fin irreprensibles delante de
El. Habiendo comenzado esta buena obra en nosotros, la llevara a buen fin (Fil
1:6). El que nos llama es fiel en su promesa.
La vida rendida a Dios es la base para caminar en la santidad de El, no
por esfuerzos humanos y religiosos sino por el Poder de Su Espíritu Santo el
cual mora en cada creyente, Por Cristo Jesús.