La verdadera devoción
[1 Cor 15:10] Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.
La raiz de un concepto personal elevado es el enfoque servicial egoista.
La palabra (gracia) viene del griego (jaris/caris) la cual significa: influencia Divina sobre el corazón humano y Su reflejo en la vida. Esto denota: el favor de Dios en aquél que no lo merece.
Debemos reconocer que todo lo que ahora somos, lo somos por la gracia de Dios. Si tenemos algo es por que El nos lo ha brindado, el profeta profetiza porque palabra profetica le fué expresada, el maestro enseña porque en la sabiduria fue instruido, el predicador exhorta porque palabra le es hablada, y el musico toca porque las melodias le han sido inspiradas, en otras palabras, si algo tenemos o hacemos para Dios es por que El mismo nos reparte de Su gracia y poder para hacerlo, es El quien da la facultád de actuar bajo Su orden.
La verdadera devoción y comunión con Dios estan basadas en que mediante la Persona del Hijo (Jesucristo) tenemos la gracia suficiente para conocerle, servirle y agradarle asi como El lo ejemplificó (1 Cor 1:9, Mt 3:17, Jn 5:30). El verdadero servicio cristiano se establece en hacer lo que El ordena (Hch 22:10), y no lo que nosostros pensamos o creemos que es correcto hacer para Dios (Hch 26:9-12), e incluso hacer o hablar como otros, fuera del tiempo correcto de Dios y de Su orden (Hch 9:20-22).
Su gracia <<No ha sido en vano>> para con nosotros, Dios el cual es rico en misericordia no solo nos lleva a servirle, sino que El mismo es quien nos capacita mediante Su persona, el Espiritu Santo, para hacerlo correctamente conforme a las Escrituras (1 Tim 3:16-17). El verdadero servicio a Dios es aquel el cual, El es la atención y no el servicio brindado, es el Espiritu Santo quien nos lleva en el servicio a glorificar al Hijo (Jesucristo), y al mismo tiempo nos lleva a conocer Su deseo. No podemos servile eficazmente sino le conocemos claramente (Jn 16:14), El nos muestra todo acerca de Si Mismo mediante SU medio plenamente inspirado y escrito (Lc 24:44-45, Jn 14:26, 2 Pd 1:19-21). Si hemos trabajado o hecho algo para el Señor, en lo cual entendemos que es mas preciado que el trabajo ajeno, debemos entender que no fuimos nosotros, <<sino la gracia de Dios con nosotros>>
Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo (1 Cor 3:7-11).
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