La mano del Padre
"Oídme, los que seguís la justicia, los que buscáis a Jehová. Mirad a la piedra de donde fuisteis cortados, y al hueco de la cantera de donde fuisteis arrancados - Is 51:1 (RVR)."
Si la atracción del creyente fuese Su divina gloria, buscaria servirle sin reservas a Aquel por el cual es atraido. Si su disposición es hacia los demás, deseará estar bien preparado para ese servicio. Y ese anhelo le permitirá permanecer y confiar en Él a través de todo lo que envuelve esa preparación.
Cuando cierto quebrantamiento del Yo ocurre en la vida del creyente, produce un cambio marcado en él; pero luego tiene que aprenderlo todo detalladamente bajo la lección Bíblica divina.
Este es un hecho manifestado en el caso de cada siervo de Dios en la historia que realmente ha ocurrido bajo la mano de Dios, que el valor verdadero de sus vidas en todos los tiempos ha sido aquello que corresponde al vino de la uva, la materia pisoteada en el lagar, la agonía del corazón; y como creyentes sabemos que eso es verdad en nuestro propio caso si alguna vez hemos tenido algo que sabíamos sería de algun tipo de valor y de ayuda a otros, fue producto de algún dolor en nuestra propia experiencia.
Si como creyentes conociéramos el corazón de nuestro Padre nunca cuestionaríamos ningún trato de Él hacia nosotros, ni tampoco desearíamos que Su mano nos solatara sin antes haber aprendido todo lo que Él nos quisiera enseñar.
"Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo - Ef 2:19-20 (RVR)."
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